El juego del alma

Opinión:

Que Javier Castillo ha mejorado es cierto, y entiendo que seguirá haciéndolo porque aquí ya ha metido una serie de hechos que nos lleva a un final sorprendente y llenísimo de tensión. Yo creo que esa última parte es la que le da fuerza al resto de la novela: unes todo lo que pasa, llegas al final, retienes la respiración y si tenías alguna pega anteriormente se disuelve en el aire porque cierras el libro con satisfacción.

También es cierto que hace cosas que no comprendo, como que solo salga una lágrima cuando alguien llora (es raro, lo normal son dos, una por cada ojo), o que nombre un hostal y lo convierta en un motel en distintas páginas cuando, aunque similares, no son lo mismo, no son sinónimos. Pero vayamos a lo importante, la trama, la obra:

"El juego del alma" empieza con Miren en peligro de muerte, perseguida y herida, desangrándose, y de pronto nos vamos a tres días atrás para saber cómo se llegó hasta este punto. Me ha gustado que sea un corto espacio de tiempo en el que transcurren tantas cosas, que no lo haya mezclado con muchas fechas y líneas paralelas en el tiempo porque eso suele marear. Ahí veo un acierto.

En algunos capítulos cuenta la historia Miren en primera persona, en otros es omnisciente, y como decía los capítulos se reparten entre los tres personajes principales de la novela, los tres investigadores: la periodista y escritora (Miren), el profesor de periodismo y antes periodista (Jim) y el policía (Miller). Solo la parte referente a Miren está contada como si la contara ella (cosa curiosa cuando conocemos algo del final, pero de eso que se enteren quienes lean la novela).

Javier Castillo pide al final de la novela que no se desvele nada, pero es que él mismo pone sobre la mesa en cuestión de nada todas las posibilidades para hacerte pensar por dónde van los tiros: un instituto religioso, un reverendo demasiado simpático, una extraña logia fanática, un matrimonio también fanático religioso, maltratos, pecadores, jóvenes descarriadas que de pronto se hacen más religiosas… no olvidemos que lo primero que sabemos es que ha muerto crucificada una adolescente de 15 años… Con esto quiero decir que aunque no contemos lo que pasa lo cierto es que aunque al final nos sorprenda, es inevitable pensar que es imposible no comentarlo porque entonces no puedes hablar de nada. Sirvan estos pequeños detalles que he escrito para no desvelar los secretos pero la reseña va a quedar bastante aséptica y falta de información.

Pequeños detalles: El matrimonio del inspector Miller, encargado del caso de Allison, está haciendo aguas. Miren sigue empeñada en encontrar a sus violadores. La rueda sigue girando. Jim la ayuda. En serio, creo que no se puede hacer una reseña mínimamente decente contando tan poco.

Para no olvidar todo lo ocurrido me he tenido que hacer otra reseña propia contándome lo que ocurre en la novela porque no quiero olvidar lo que pasa, y es que lo que pasa es mucho y muy interesante, y es una pena que no se pueda comentar nada.

Ahora bien, para llegar a ese fantástico final que nos deja sorprendidos de verdad nos pasamos unas cuantas horas leyendo sobre lo mismo. ¿Qué tiene de bueno algo así? En este caso que los capítulos se alternan con el inspector, y con Miren y Jim, y luego con el inspector por un lado, Miren por otro, y Jim por otro, y cada uno de ellos se mete en un lío distinto (al menos Miren y Jim). Hay mucho dinamismo en ese sentido y nada de letra apretada; es un libro de más de 500 páginas que por suerte no se hacen pesadas. De hecho tienes ganas de conocer el final y ver si es capaz de sorprenderte porque te ha contado demasiado y haces tus cábalas mientras les. Es más, yo pensaba que como no consiguiera sorprenderme iba a enfadarme porque habría estado leyendo "lo que ya sabíamos", o sea que corría el peligro de ser muy predecible. ¿Lo es? Pues la verdad es que no, me ha sorprendido en serio.

En la parte quizás un poquito negativa, que puede resultar algo repetitivo en alguna que otra ocasión, pero por suerte no abusa. Por ejemplo a mí personalmente me ha pasado con Miren y la historia de su violación: me hacía pensar que era mejor insistir menos y optimizar la historia para que el tiempo transcurrido leyéndola no te hiciera sentir que había parones. Pensaba demasiado en eso. Otra cosa es algo que sucede en la novela que SÍ me mola mucho y tiene que ver con esto de la triple violación, así que ahí me reconcilio con el autor.

Como no puedo desvelar nada diré lo obvio: Gina y Allison coinciden en que fueron (según dicen) pelín descarriadas y luego se lanzaron a la religión, pero eran buenas estudiantes. El reverendo Graham (del instituto donde ambas eran estudiantes) sobre Gina Pebbles dice que era una fervorosa creyente y buenísima persona, un ejemplo a seguir. Lo que parecía no gustarles a ambas chicas y con razón era su vida familiar. Pero ¿qué conexión real hay entre ellas al margen de desaparecer una en la misma zona donde otra es descubierta asesinada casi una década después y que las dos adolescentes acudieran al mismo instituto?

Allison aparece muerta nueve años después de la desaparición de Gina. Gina dejó "huérfano" a un hermano, Ethan, que solo era un crío cuando desapareció, de modo que en la actualidad, 2011, el chico ya es un estudiante del mismo instituto, pero adolescente. También en cierto modo dejó huérfano a su novio, Tom Rogers, porque Gina Pebbles iba hacia su casa cuando desapareció y como nunca se supo más de ella ni apareció su cuerpo, el pobre chico se queda con que podría haberle abandonado, de modo que tenemos huérfanos o sensación de abandono. Eso sí, uno habrá podido olvidar pero otro no, y de hecho uno de ellos da su verdadera cara pero el otro no, así que aquí hay un juego de mentiras, engaños y quizás algo más. Hala, un poco de misterio sin desvelar, para que entendáis que la historia tiene su aquél.

Una de las cosas más realistas -y diría que tristes- es cuando Miren quiere volver al periódico, el Manhattan Press, y se da cuenta de que prácticamente está vacío: refleja muy bien la influencia de las redes sociales y todo lo online que se quiere quince minutos antes de que todo pase. Un periódico en papel de los de toda la vida lo sufre, y aquí lo presenciamos. No es que sea un spoiler importante así que quería dejar de manifiesto que ha representado muy bien el estado de este negocio. Por alabarle, digo.

En fin, como no puedo desvelar nada y creo que este es un libro para hablar de él con todas sus intrigas (por ejemplo entre varios lectores) solo me queda por decir que creo que a pesar de que hay cosas previsibles (al no poder contar detalles porque sería spoiler no puedo decir qué) es mejor que los anteriores, que me tengo que morder la lengua y me da rabia no poder hablar con alguien de los detalles, y que lo mejor sin lugar a dudas, pero ninguna, ninguna, es el final. Un final intenso, angustioso, sorpresivo, de pura tensión… (aunque sepas que probablemente todo acabe bien). Y un epílogo que cierra la novela donde, efectivamente, tenemos finales felices, en plural.

Leedla, vale la pena. Ese final tan brutal, tenso y sorpresivo que incluye además emoción sentimental, merece su lectura.

Anika Lillo