Anika entre libros

el joven lovecraft (cómic)

Ficha realizada por: Anika Lillo

Título: el joven lovecraft (cómic)
Título Original: (el joven lovecraft)
Error loading MacroEngine script (file: ObtenerAutoresResenya.cshtml) Editorial: Diábolo


Copyright:

© Edición: Diábolo Ediciones, S. L.
© Texto, ilustraciones, diseño: José Oliver y Bartolo Torres.

ISBN: 9788493494940
Etiquetas: humor comedia personajes reales cameos viñetas

Argumento:

Tiras cómicas de un jovencito Lovecraft al que le gusta cambiar los finales de las historias clásicas para hacerlas a su morboso o espeluznante gusto. Lovie (Lovecraft) es un crío gótico casi por naturaleza y con cierta inclinación a invocar a los demonios equivocados o más patosos. Lovie y su nueva amiga Siouxie hacen las delicicias del lector junto al Ghoul, los demonios Rammenoth y Myotragus, y los poetas muertos Baudelaire, Poe y Rimbaud.

Estas tiras han ido publicándose en internet y el joven Lovie tiene auténticos seguidores (con razón) pero gracias a Diábolo Ediciones ahora podemos tenerla en un álbum muy cuidado, cuyo contenido, además de las tiras, abarca las versiones del joven Lovie de otros ilustradores como Dani Cruz, Jaume Balaguer, Cels Piñol, Maria Picassó, Ryan Spencer, Francois Launet, Félix Díaz, Rafael Macías, Laura Benzo, Guillem March, Sagar Fornies, Roger Ibáñez, Víctor Ibáñez, Meritxell Ribas, Oriol Hernández, Sergio Bleda y Miki Montlló.

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Leer entrevista a José Oliver & Bartolo Torres por El joven Lovecraft

Opinión:

Maravilloso Lovie, maravillosos sus autores. Con un marcado sentido del humor, José Oliver y Bartolo Torres hacen que puedas llegar a sentir pena por el joven Lovecraft al tiempo que se te desencaja la boca de reirte. Algunas burradas de sobresaliente, muchas bromas, buena cantidad de guiños, ironías y ocurrencias geniales… Jugar con Lovie ha debido ser de lo más divertido para ambos, pues consiguen transmitir esa diversión al lector.

Estética siniestra, un estilo burtoniano, mínimos tonos de colores pálidos (excepto el rojo, obvio) y alguno que otro fuerte en medio del blanco y negro que resaltan la viñeta, y una expresividad fuera de toda duda. Bartolo Torres ha conseguido que el guión de José Oliver saque matrícula de honor.

El encuentro entre el joven Lovecraft y Siouxie con Poe, Baudelaire y Rimbaud es espléndido: los estragos de los vicios conocidos de los escritores ya muertos se convierten en una escena de lucha de egos fantástica que se compenetra estupendamente con la sorpresa de los niños. También destacar que cuando son los poetas muertos quienes hablan, Bartolo colorea los bocadillos en un tono distinto que los distingue de los de los vivos. ¡Y qué decir de cómo invocan a Poe en su tumba!

Los conjuros de Lovecraft así como la inclusión de sus seres monstruosos en su vocabulario particular (la comida, por ejemplo) es un alarde de fantasía y parodia digna del mejor sentido del humor. Lo mismo podría decirse de sus invocados: patosos, divertidos, despistados… y si hablamos del Ghoul… para morirse de risa o apartar la mano no sea que nos pegue un bocado.

La pequeña Siouxie es un acierto increíble en la vida de Lovie: con una estética parecida a las de las muñecas góticas Living Dead Dolls más suavizada, Siouxie se comporta como una niña inteligente, deseosa de emprender aventuras y, cómo no, se convierte también en un temor más de Lovecraft que simboliza su misoginia. Claro ejemplo de ello se produce en el sueño de Lovie cuando se acercarn entusiasmados para besarle, y aquello más que un sueño se convierte en pesadilla. Eso sí, Lovie, el incomprendido, solitario y golpeado, encuentra en Siouxie a la horma de su zapato pero con un empuje vital fuera de toda duda que influye en Lovecraft para emprender nuevas aventuras.

No podemos olvidar tampoco las tiras de los clásicos reconvertidos. José Oliver y Bartolo Torres toman algunos clásicos como Drácula, La Isla del Tesoro o Hamlet entre otros y antes de llegar a la última viñeta ya han aparecido alguno de los monstruos del mundo imaginario de Lovecraft que cambia el rumbo rompiendo estrepitosamente la historia clásica para mostrarnos los horrores de sus propias y futuras novelas.

Y una anécdota final: un día mi hijo de 10 años vio una película que, aseguraba, no le daría miedo. Al llegar la noche no conseguía dormir y no me dejaba cenar, así que se me ocurrió algo: dejarle un cómic. De adultos. La primera vez fue el de " La Abuela Manuela" de Rafa P. Le dije que si debía tener miedo a algo debería ser a la abuela Manuela porque era una psicópata. Aquello funcionó dado que este cómic posee muchísimo sentido del humor. Tras leerlo cada noche dejó de tener miedo. Así pues, volvió a ocurrir lo mismo con otra película, y esta vez se me ocurrió contarle la biografía de H. P. Lovecraft y después dejarle " El joven Lovecraft". Aunque él no entendió en su mayoría los guiños (tampoco conocía a los poetas muertos ni la obra de Lovecraft) se divirtió lo suficiente como para perder el miedo y reirse, sin embargo se produjo un momento en que casi no supe cómo salir del paso… Los lectores de " El joven Lovecraft" sabrán reconocer la escena: cuando Lovie invoca a Rammenoth, éste le cuenta que como la gente puede invocarle por partes, había por allí una bruja que se había quedado con un miembro suyo que… ¡Cómo explicarle eso a un niño de 10 años! Por suerte entendió casi sin explicaciones y dijo ¡Ajjj, qué asco!. Ya sabéis, algunas escenas no son aptas para los críos… ellos prefieren sólo monstruos.

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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