El jefe de los espías

Opinión:

Este es un libro muy importante para conocer la trastienda de la Transición, de aquellos complejos años de los primeros gobiernos de izquierda desde la Segunda República, y el primer gobierno de la derecha en España tras los primeros gobiernos democráticos después de la dictadura.

En esta historia desfilan el golpismo militar, el terrorismo, las guerras mediáticas y las maniobras financieras más o menos dudosas, la democratización y modernización del país y sus instituciones, la integración en Europa, la radical renovación de los servicios de inteligencia, las cloacas del país tanto públicas como privadas, las relaciones internacionales, los egos y miserias del poder, y una historia radicalmente humana, porque los hechos del pasado que se someten a algún tipo de ambiciosa ley histórica muchas veces son producto de las pasiones, ambiciones, las luces y sombras, de personas de carne y hueso con poder o influencia condicionados por su situación y contexto, a menudo desbordados por su propia percepción sobre su importancia y relevancia para la vida de un país.

La meticulosidad del general Manglano es una joya histórica, por su precisión, por su metódica tarea de registrar conversaciones con el añadido de su propio comentario, que ayuda a comprender mejor al personaje y su contexto del que va dando cuenta en sus cuadernos nutridos con militar precisión de citas e impresiones.

Una obra que nos ayuda a comprender mejor informaciones que hoy son noticia, especialmente la figura del Rey emérito, sus relaciones económicas e intereses, su intervención directa en situaciones personales de terceros o institucionales condicionadas por los protagonistas políticos, económicos o periodísticos, sus devaneos y su efecto en las instituciones, que arrojan una luz imprescindible para conocer mejor a un personajes que hasta hace pocos años gozaba de una patente de corso de secreto informativo.

Sobre todo, el libro permite comprender muy bien los vasos comunicantes del poder durante dos décadas fundamentales de la Historia de España, con personajes como Mario Conde, Pedro J. Ramírez, jueces y magistrados, banqueros como Emilio Botín, Arzalluz y Pujol, Felipe González y Aznar, Suárez y Calvo Sotelo, incluso personajes cuya importancia para España aún tiene pendiente un buen análisis, como Helmut Kohl, que podemos intuir gracias a las observaciones del Manglano.

También es un relato de una dimensión oscura de este país, porque las últimas dos décadas de la vida del general, enredado en distintas causas judiciales cuyo origen reside en su responsabilidad como jefe del espionaje de este país, también ofrece esa zona de sombra que relaciona poder judicial y la política, también del extraordinario y a veces excesivo poder de un juez que puede poner de rodillas a las instituciones o acabar con un servidor del Estado, sin una adecuada comprensión de la situación o el contexto en el que se toman determinadas situaciones.

Es un libro imprescindible para reconocer a España, especialmente las dos décadas tan trascendentales que le tocaron manejar al jefe de los espías españoles, que ahora se antoja de extraordinaria utilidad para detectar algunas pautas y sutiles posos que van conformando la vida pública de este país, para entender determinadas actitudes y maniobras, para reconocer la inmensa dificultad de articular consensos y acuerdos en asuntos estratégicos de interés nacional, a menudo condicionados por visiones cortoplacistas, ambiciones y frustraciones personales, en un juegos de intereses donde se entrecruzan actores económicos, judiciales y políticos, en una aún joven democracia española que va consolidando su propio perfil de luces y sombras, consecuencia en gran medida de sus propios protagonistas.

El jefe de los espías nos asoma a nuestro reciente pasado, pero más allá de una crónica de acontecimientos, es una radiografía perfecta de nuestro país, el mismo que a menudo maltrata o ignora a sus más importantes protagonistas que de buena fe han trabajado por una democracia y nación más segura y prospera. Este libro rescata afortunadamente de la desmemoria al general Manglano, porque hoy nos devuelve la conciencia del país en el que vivimos.

Jorge Riet