El humor de mi vida

Opinión:

Si pensamos en el nombre de Paz Padilla es inevitable que nos venga a la cabeza numerosas facetas que la avalan; más de 20 años como humorista, presentadora de programas, actriz (tanto en los escenarios del teatro, como en diversas y variadas series de televisión) o jurado de talentos, entre otros. Sin embargo, en esta ocasión saca su lado más creativo e inspiracional para dar vida a "El humor de mi vida", su segundo libro autobiográfico en donde se da a conocer de un modo diferente y más íntimo, bajo la premisa de un tema que todo ser vivo tiene en común: la muerte.

Desde el prólogo queda explícito que el libro no se trata de un testimonio más bañado en el dolor de la pérdida de un ser querido, sino que rompe con el estereotipo de viuda afligida al más puro estilo "La casa de Bernarda Alba", para dar paso a la concepción de la de la muerte como otra etapa más de la vida. De este modo la acepta como algo inevitable que sólo cuando se abraza confiadamente puede llegar a convertirse en una experiencia de lo más enriquecedora y siendo concebida como un proceso sin fin, una transformación, una trascendencia.

Desde las primeras páginas, la autora nos abre las puertas de su corazón permitiéndonos conocer de primera mano su gran historia de amor. Una historia de amor basada en las segundas oportunidades y llena de devenires y sucesos que permitieron a ambos tomar su relación como un hecho extraordinario, una fortuna que debían aprovechar hasta el límite, disfrutando con madurez y pasión.

Así mismo, se nos relata el largo y duro camino que la pareja atraviesa cuando, el día menos pensado, Antonio es diagnosticado con un tumor cerebral maligno. A partir de ahí, la obra da un giro temático ya que Paz expresa sus primeras impresiones, sentimientos y pensamientos más íntimos al mismo tiempo que comparte con el lector su evolución sobre la percepción de la vida y la muerte.

La meditación, el budismo, la filosofía, la inteligencia emocional y hasta la física cuántica serán temáticas cuyas premisas recorran estas páginas. Del mismo modo se incluirán exposiciones y meditaciones de grandes profesionales como Enric Benito (especialista en Oncología y experto en cuidados paliativos), Rafael Santandreu (psicólogo y escritor) y Verónica Cantero (Especialista en Bioneuroemoción).

Todo ello, aunado a la gran metamorfosis que Paz sufre durante tal proceso de aprendizaje y por la cual nos da una enorme lección acerca de cómo entender la muerte como algo natural que se ha de aceptar.

La pluma de la autora es cercana, amena, sencilla y divertida lo que permite leer el libro casi de una sentada. Sin embargo, y a pesar de que consigue atraparte con su dinamismo, en ocasiones, no puedes evitar parar para enfrentarte a una idea que te toca, reflexionarla, asimilarla y madurarla antes de continuar.

A través de Paz, su gran capacidad analítica y su ansiada búsqueda por comprender la vida me ha llevado a ser consciente sobre el tabú que supone en esta sociedad la muerte. Como ella indica, culturalmente se nos prepara para todo tipo de procesos naturales, pero no para algo tan importante como es la pérdida de alguien a quien amas. Del mismo modo, me ha hecho abrir los ojos ante la fortaleza innata que poseemos las personas, esa capacidad de resiliencia y de sacar lo mejor de nosotros mismos para acompañar a esos seres queridos durante ese trance tan difícil.

Personalmente me ha gustado mucho, sin embargo, lo que más destacaría del relato es lo sorprendente que me ha resultado la gran capacidad de Paz de superarse a sí misma, afrontar el proceso de la muerte con agradecimiento y plasmarlo de este modo con naturalidad a través de los comentarios más sarcásticos y divertidos que la caracterizan.

En conclusión, "El humor de mi vida" es un libro que te hace llorar y reír. Un libro que nos descubre a una Paz Padilla que se abre en canal y afronta la pérdida sin perder ni un ápice de su humor, porque como ella bien indica "humor y tristeza no son excluyentes, sino complementarios".

Marisa Costa