el hombre delgado

Opinión:

Cuando Dashiell Hammett publicó El hombre delgado, en 1934, ya llevaba a sus espaldas once años dedicados a la escritura, y pocos podían adivinar que pondría el punto final a una exitosa carrera con esta novela, considerada por los críticos como la mejor adaptación a los cánones del género policíaco.
 
Ambientada en Nueva York, con la alta sociedad de entonces como secundarios de lujo, una de las innegables cualidades de El hombre delgado  son los diálogos entre Nora y Nick Charles, matrimonio protagonista que destila agudeza, ingenio y un sentido del humor muy peculiar. Ella es una joven heredera deseosa de vivir aventuras. Él, un detective privado retirado poco ansioso por regresar a su profesión, ni aunque sea de forma temporal. Dos caracteres condenados a encontrarse, para gran disfrute del lector, pues este choque de trenes no es de los que provocan desgracias, sino que nos ofrece un marco incomparable para una historia rápida, divertida y profundamente crítica con la alta sociedad, hasta el punto de que los personajes de los bajos fondos que aparecen en ella son, en esencia, mucho mejores personas que los aburridos habitantes del Upper East Side. O al menos tienen unos códigos morales con los que los protagonistas, y por ende el lector, acaban empatizando más. 
 
El hombre delgado  es sin duda alguna una novela de referencia para todos los amantes del género, y para aquellos que disfrutan conlos duelos verbales, con los detectives cínicos a los que nada sorprende, incluso cuando la trama se vuelve lo suficientemente compleja como para que, si la pensamos fríamente, nos parezca imposible. Afortunadamente para todos Hammett era un genio de la novela negra, y sabía dosificar las sorpresas y los giros de forma magistral, convirtiendo así lo increíble en absolutamente lógico.
 
María Martín