El gusto del cloro

Opinión:

Una novela gráfica en tapa dura de 144 páginas y cuidado aspecto que narra una historia sencilla, sin grandes florituras ni expectación previa. No promete nada que no ofrezca desde el principio. Es una historia sin grandes pretensiones, intimista, íntima y que el autor comparte con nosotros.
 
El cómic obtuvo el Premio Esencial Revelación del festival de Angoulême (Francia) 2009, y su autor, el parisino Bastien Vivès, tiene veintipocos años que se notan en la sencillez con la que ve la relación entre su pareja protagonista. Una historia de desamor que, a cambio, ofrece la posibilidad de superarse en otros terrenos.
 
El joven se enamora de la chica que ve en la piscina, cuando consigue acercarse a ella y se hacen amigos hablan de los largos que quieren hacer en el agua. Poco a poco aquello se convierte en una necesidad: la necesidad de que vuelva el miércoles, la necesidad de volver a verla, la necesidad de conseguir sus metas.
 
Pero son los gestos de los protagonistas los que, en gran parte, se llevan un buen elogio de esta lectora espectadora. Con ellos he visto, como si tuviera delante a los personajes, cada momento vivido. He sentido el agua, he respirado hondo y he olido el cloro.
 
Llama la atención que la editorial haya obviado los datos técnicos del libro, pero al final se entiende en cierta forma: el cómic es Vivès, el cómic es su forma de ver la vida. Hay poco más que añadir.
 
Anika Lillo