El gran libro del Rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda

Opinión:

Podemos asegurar sin temor a equivocarnos que John Matthews no solo es un renombrado historiador británico, sino también la máxima autoridad en mitología y folclore anglosajón, y en especial de la mitología artúrica. En este libro "El gran libro del Rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda", se ha propuesto recopilar varias leyendas artúricas de regiones, logrando un corpus muy interesante de relatos, que van acompañados de las ilustraciones de John Howe, a quien ya conocemos de El Señor de los Anillos. Como podemos imaginarnos, es un tomo importante, de los voluminosos, que ofrece lo que promete, y más.

Muchos de estos son cuentos célticos medievales que difieren de los narrados por el famoso Sir Thomas Mallory en su "La muerte de Arturo". Leeremos sobre la llegada de Merlín, sobre las tierras baldías y los bosques de antes de la creación de Camelot, el mundo de la magia y la brujería, y las batallas y los duelos. Toda la cosmovisión y el universo medieval campan a sus anchas aquí, y la prosa de Matthews hace un gran trabajo metiéndonos de lleno en ese mundo asombroso.

Vamos a leer distintas fuentes, distintos autores, muchos de ellos anónimos, que nos hablan de la vida del Rey Arturo y sus caballeros. De la búsqueda del Grial, concretamente, en una narración más extensa que es de lo mejor del libro. El hallazgo de los dragones en sus cuevas, la conformación de la mesa redonda, y hasta una anécdota muy simpática sobre un loro que aconsejaba a Arturo.

Son cuentos que bien podían ser narrados por el bardo del pueblo, en cualquier posada. La historia de Melora, la hija del rey Arturo, que es una consumada guerrera y lucha por el amor del caballero Orlando, o la de Morien, caballero musulmán que resulta un héroe a pesar del rechazo que sufre.

Sone de Nansay es otro tipo de leyenda, que se siente más adulta y refinada, escrita en francés y con claros elementos fantásticos del imaginario del medioevo, con monstruos y criaturas cambiaformas.

También conocemos la isla de Avalon, el destino final del cuerpo de Arturo. En este relato hay una escena de las mejores del libro, magníficamente ilustrada por John Howe, en que uno de los personajes surca los mares a lomos de un gigantesco monstruo marino.

Las ilustraciones, por supuesto, si bien no son tan abundantes, capturan lo mejor de cada uno de los textos. Tenemos dibujos a color y a página completa del castillo de Tintagel, de las batallas, de la cabalgata del caballero Percival dentro de un reino desértico y oscuro...

Se nos narra el combate en los acantilados contra el gigante Aligos. Un mundo mágico en que los héroes también caen bajo el hechizo de las brujas, que se presentan como seductoras mujeres fatales. La llegada de Sir Gawain y su exploración de los bosques de Camelot, donde entra en contacto con ciertas entidades de la naturaleza... Un divertimento absoluto.

Contiene un maravilloso prólogo de Neil Gaiman donde nos cuenta de su amor irrenunciable a todo el ciclo Artúrico. Él ha leído todo el material existente, conoce mucho del tema, y lo expone con solvencia, señalando que este libro de Matthews es una obra maestra, pues siente los textos tan cercanos que según él, nos dejan sentir cómo sería una mañana primaveral recorriendo los bosques o el castillo de Arturo, en busca de nuevas aventuras. Toda una declaración de intenciones del gran Neil Gaiman.

Dicho esto, no hay lugar para la duda: los fanáticos de El señor de los anillos o de Juego de Tronos (que, según Gaiman, bebe muchísimo de la saga artúrica), no me cabe duda de que querrán hacerse con este libro. Tengo que admitirlo, es un libro de gran tamaño, papel especial de ilustración, extensas introducciones y notas, casi como si tuviéramos en las manos un valioso tratado medieval... Tengo que admitir que está hecho del material de las grandes obras maestras.

Beso el suelo que pise la editorial Minotauro, siempre trayéndonos maravillas.

Violeta Lila