El genio Ifigenio. La luna de Sam (infantil)
Título: El genio Ifigenio. La luna de Sam (infantil)
Título Original: (El genio Ifigenio. La luna de Sam, 2010)
Autores: Care Santos, Issa Sánchez-Bella
Editorial:
Macmillan
Colección: El genio Ifigenio
Copyright:
© Care Santos, 2010
© Ilustraciones de Issa Sánchez-Bella, 2010
© Macmillan Iberia, S.A., 2010
Edición: 1ª Edición, Septiembre 2010
ISBN: 9788479426309
Tapa: Dura
Etiquetas: actividades entretenimiento pasatiempos infantil cuentos relatos juegos libro para regalar libros con juegos juguetes libros con pegatinas pegatinas adhesivos libros ilustrados recortables troquelados 5 años 6 años 7 años
Nº de páginas: 76
Argumento:
El genio Ifigenio sigue en prácticas y su trabajo es ofrecer un
millón de deseos repartidos entre un millón de niños. Le ha tocado
el turno a Sam, y éste tiene muy claro qué es lo que quiere solo
para él: algo muy especial que pueda arrancarle una sonrisa a su
madre... la Luna.
Otros títulos de la coleción El Genio Ifigenio: "Un ratón llamado Elefante",
"¡Quiero ser una
planta!" y "Ada, la
genia".
Opinión:
Dos atractivos tiene este libro, por un lado la
historia que en definitiva es preciosa, y por otro que al
terminarla el niño se encuentra con un juego (de
tres en raya) y la posibilidad de montar un móvil
para su habitación al que sólo hará falta añadirle un cordoncito
(muy vistoso, pues son lunas redondeadas y amarillitas las que se
moverán con el aire), ambos troquelados, y
finaliza con cuatro páginas de adhesivos.
Lo bello de la historia está en la meta de Sam. Él adora la Luna,
se pasa la vida mirándola, y también se pasa la vida viendo a su
madre agotada al volver del trabajo, así que cuando le conceden un
deseo piensa en las dos cosas que más quiere para conseguir un
final feliz. Sabe que cuando su madre vea la Luna en su casa, sólo
para que ellos puedan admirarla como un auténtico privilegio, ella
se maravillará. Habrá ocurrido algo "especial", muy diferente a su
estresada vida diaria.
La parte negativa es que al llevarse a la Luna sólo para él, el
resto del mundo la echará en falta, pero Sam demuestra que no es
una persona egoísta y en cuanto haga feliz a su madre la devolverá.
Se ve a
Care Santos madre detrás de estas líneas, o a cualquier otra
madre, sin duda.
En esta historia también ser percibe la necesidad de Sam por que
su madre le preste más atención ya que viven solos, pero asimismo
su comprensión hacia la situación. No la agobia, espera lo que haga
falta, y de hecho desea que la situación madre-hijo no cambie
(mejor solos que con otra figura paterna, pues Sam es consciente de
que los padres pueden volver a tener novios)
Por el cuento desfilan unos cuantos amigos dándole un toque de
humor a la historia, pues el secreto sale de la boca de Sam y pasa
por unos cuantos sorprendidísimos amiguetes que también quieren
disfrutar de la Luna.
Las ilustraciones son preciosas y simpáticas, vistosas en sus
colores, y el genio Ifigenio, obra también de Issa Sánchez-Bella, curioso y
original en su tonalidad verde.
También el interior está pensado para el atractivo visual: letras
muy redondeadas y de mayor tamaño del habitual para que los niños
no fuercen la vista y les resulten letras muy claras, y alguna que
otra tipografía distinta para llamar la atención de un texto
concreto.
En resumen, un libro-cuento-juego muy bonito,
divertido, que gustará a los que se lo lean solos (digamos a partir
de 7 años) o a los que tengan un papá, una mamá, un/a tío/a o un
abuelo/a para leérselo (a partir de 4 años)
Anika
Lillo
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