el final del amor

Opinión:

El final del amor es un título ambiguo que intenta englobar la trama común que unifica los cuatro cuentos. Puede resultar confuso porque, aunque en todos ellos existe un final no deseado, infeliz, que conduce a la ruptura, Marcos Giralt Torrente ha trazado sobre todo cuatro frescos que retratan lo contrario: el amor, la necesidad imperiosa de unir un destino a otro, el rechazo de la soledad o el elogio de los sentimientos como motor fundamental de nuestras vidas.
 
Sobre el contenido. El autor configura cuatro situaciones posibles, incluso muy reales, en las que el grado de identificación entre lector y texto supera la ficción para convivir con nuestros propios recuerdos o nuestras mismas realidades. En un espectro tan sucinto como cuatro relatos incluye una variedad amplia de situaciones: la pareja consumida por la cotidianidad y la rutina, la relación absorbente que se convierte en obsesión, la inocencia del primer amor adolescente o la separación de una pareja adulta que se sabe dependiente del otro pero que no acepta una vida en común. En todas ellas, Giralt Torrente opta por una descripción realista, sin sobresaltos ni idealismos, pegada a la vida cotidiana, lastrada por las circunstancias que erosionan los anhelos comunes. El autor no incurre en un falso romanticismo ni necesita recurrir a tópicos habituales. Presenta las situaciones, describe a los personajes y deja que la trama fluya. Incluso sabiendo que el desenlace será brusco, los cuatro relatos descansan sobre la necesidad vital de amar y sentirse amado. Y contagia con la habilidad del buen observador tanto el idealismo inicial como la frustración sentimental posterior.
 
Sobre la forma. Giralt Torrente ahonda en este libro en la buena literatura que ya practicó con sus obras anteriores. Su redacción es precisa, limpia, ni sobra ni falta nada, ajustada en su vocabulario y certera en su construcción. La prosa alcanza cotas de belleza poética en algunos pasajes y mantiene siempre un nivel de exigencia y purismo que convierte su lectura en un ejercicio de estética literaria al margen de su contenido.
 
Doblemente recomendable, por tanto, “El final del amor” augura al lector un viaje por el territorio plácido de la literatura de calidad, y un descenso menos benevolente a la complejidad de la condición humana. 
  
Javier Juárez