El fin de los tiempos

Opinión:

Con una muy oportuna sinopsis, por el tema del virus que ha arrasado la Tierra (evidentemente, no podemos dejar de pensar en la reciente pandemia), y una portada que nos recuerda poderosamente a los pósters e ilustraciones de la serie de The Walking Dead, se nos presenta esta novela postapocalíptica, casi distópica; digo casi porque, evidentemente, tras un reciente apocalipsis en el que se hunde la economía y, por tanto, las sociedades, lo siguiente es una distopía, pero el tono que va adquiriendo la obra va superando ese período, para intentar llegar a algo mejor (no cuento nada más porque entraría de lleno en spoilers).

La novela se estructura en dos partes, ocupando la mitad de la obra cada una. En realidad, las dos partes tratan de viajes, pero si en la primera es una búsqueda desesperada de la supervivencia, en la segunda el viaje de los protagonistas intenta hallar algo más que, aunque a ojos de algunos sea una locura, a vista de otros es un viaje de esperanza, de redescubrimiento.

En la primera parte los protagonistas parten en busca de un lugar para poder sobrevivir, tras el abandono del ejército, lo único que mantenía el orden. El mundo está lleno de bandas de asaltantes, asesinos, de bandas organizadas para el saqueo y, los que tienen que salir al mundo en busca de un lugar donde puedan sentirse seguros, son presa fácil de los mismos. Así el viaje se torna en uno de supervivencia, de abrir los ojos al brutal mundo exterior, y de cómo cambia el mismo a los supervivientes. Tras llegar, tras muchas dificultades y sacrificios, a un lugar que podría asegurarles la supervivencia, aún tendrán que demostrar "ser dignos" y poner en juego todas sus habilidades para poder sobrevivir.

En la segunda parte, once años después, ya asentados, una antigua promesa hace que emprendan un nuevo viaje. Seguirá siendo un viaje de búsqueda, de confirmaciones, de intentar hallar cosas tanto en el mundo exterior como en el interior de sí mismos. También será un viaje de venganza, o al menos, se intentará. Todos han cambiado desde el primer viaje, ya nadie es el mismo que comenzó el periplo por la supervivencia hacía once años, pero aun así, todos buscan algo que creen perdido por el aún reciente apocalipsis. Unos buscarán venganza, otros cumplir una promesa para demostrar que no han sucumbido a la violencia, para encontrar algo más que la simple supervivencia, otros están unidos por lazos familiares... Es decir, un viaje de redescubrimiento tras el que tuvieron que emprender entonces por pura necesidad de supervivencia. Y en medio de todo, un reducto para el arte, la música, para que la humanidad no pierda eso que la hace ser "humana". Claro está, el viaje y las artes están relacionados en la novela, se trata de un periplo en busca de una humanidad "arrinconada" en el primer viaje.

Ya hemos reseñado varias novelas de César Mallorquí, tanto juveniles como infantiles, además de haber leído otras para público más adulto, y siempre hemos hablado de la pericia del autor  para hacer amenas, cuando menos, todas sus obras, y entender muy bien qué ofrecer y cómo hacerlo, a cada público. Aquí, por supuesto, no es menos, y la novela, a pesar de estar enfocada a un público juvenil no se corta a la hora de presentar ciertas escenas de violencia explícita, así como de mostrar algunos avances científicos (para la sociedad de la obra)  que podrían haber sido algo espesas de no haberlas incluido adecuadamente. Además, y eso es lo bueno del autor, en ningún momento aburre, sabe hacer un adecuado uso de las técnicas narrativas, cuándo meter acción pura y dura, y cuando pausarla para entrar en otros temas. Algo que, reitero, siempre comentamos al reseñar a César Mallorquí.        

En resumen, una estimable obra LIJ que no se corta al hablarnos de temas escabrosos y que a la vez que nos sirve de advertencia, aboga por el redescubrimiento del ser humano a través de la amistad, el amor y las artes.

J. Javier Arnau