El estafador

Opinión:

La editorial Montesinos recupera el último libro publicado en vida del genial escritor norteamericano Herman Melville (si no tenemos en cuenta la obra inacabada Billy Bud, marinero). Publicada en 1857, "El estafador" supuso un fracaso absoluto y sentenció prácticamente el final del autor como escritor, dedicándose a realizar otros trabajos para vivir.

Se trata de una obra difícil, lenta, muy filosófica. Compuesta de 45 capítulos y 341 páginas, sigue a una serie de personajes diferentes, variopintos y con aspecto de estafadores que se encuentran en un barco que recorre el río Mississippi de camino al oeste y que van en búsqueda de nuevas oportunidades. El libro es un continuo discurrir de discursos y conversaciones de desconfianza entre los diferentes personajes, entre los cuales se encuentra un estafador que va adoptando diferentes formas y engañando y aprovechándose de los benévolos e inocentes. De hecho, como si de una broma se tratase, la obra transcurre en un solo día, y ese día precisamente es el 1 de abril, que es el día de los Santos Inocentes en varios países.

Es complicado de entender, con apenas ninguna trama interesante y que apenas causa intriga y suspense. Ni siquiera uno sentirá la tentación de saber quién es el estafador. Se trata de un libro con el que reflexionar y con el que pensar en el mundo y en el ser humano. Se recomienda su lectura para personas interesadas en segundas lecturas y en saber leer entre líneas. De hecho, hay muchas referencias literarias, como pueden ser el caso de Henry David Thoreau, Ralph Waldo Emerson o Edgar Allan Poe. A la vez, profundiza en muchos temas antropológicos, tales como el materialismo, el cinismo, la sinceridad o, sobre todo, la confianza. Especialmente la confianza, un tema ampliamente tratado y muy remarcado a lo largo del libro.

Algunos capítulos se hacen agradables y cortos de leer, mientras que otros se vuelven soporíferos, con monólogos excesivamente largos que divagan en páramos que pueden a uno parecerle que no llevan a ninguna parte. Se trata de un libro muy filosófico enmascarado en una obra de ficción, si bien algunos personajes podrían bien encarnar alguna figura real histórica. El texto, además, está cargado de referencias bíblicas, algo muy habitual en la bibliografía de Herman Melville.

Herman Melville (1819, Nueva York - 1891, Nueva York) fue novelista y ballenero, profesión que le permitió vivir experiencias en la alta mar que luego plasmaría en sus obras, especialmente en el clásico "Moby Dick". Sus obras cosecharon más éxito tras su muerte que en vida, siendo un escritor incomprendido y con mala crítica. Además de Moby Dick, su otro gran clásico es Bartleby, el escribiente. Hoy en día se le considera uno de los mejores escritores de su tiempo.

Cristià Serrano