El documento Saldaña

Opinión:

Muchas veces conversando con uno de mis mejores y más apreciados amigos del mundo real, un cartero fanático de Borges, nos hemos quejado de que en nuestro país no exista un cine de género como el norteamericano. Nos preguntamos el uno al otro con indignación manifiesta porqué los yanquis se dedican a adaptar novelas de éxito o comics y nosotros, que tenemos tan larga tradición en ese sentido, seguimos sin darnos cuenta del enorme caldo de cultivo que tenemos en tebeos de nuestra infancia y adolescencia como el Inspector Dan, Danny Futuro, Siete por Infinito, El corsario de Hierro, Capitán Trueno… La cantidad de pelis bonitas que podían salir de cualquiera de las aventuras protagonizadas por estos personajes.

Pero si acudimos a nuestros clásicos tampoco tenemos que rebuscar demasiado: ahí están los Episodios Nacionales de Galdós, o las crónicas de los conquistadores en América… que podrían servir como punto de partida para unos films muy entretenidos. Y sin embargo seguimos lo mismo: cine psicológico, comedia trasnochada, films sobre la guerra civil, etc. A veces alguien hace "El orfanato" o "Los otros" pero son excepciones que confirman la regla.

Toda esta divagación - a modo de desahogo - viene bastante a colación, aunque no lo parezca, con la novela que acabo de leer: El documento Saldaña. Pienso que es una buena noticia la publicación de un libro como éste para el panorama español, lo mismo que lo son las historias de Matilde Asensi o Julia Navarro por ejemplo, o de Laura Gallego (en otro género, claro está). Y digo que son una buena noticia porque pienso que muchos de estos autores están haciendo una novela de género que aun bebiendo de escritores de éxito norteamericanos y europeos como Dan Brown, Preston y Child o Clive Cussler, realizan obras que no tienen absolutamente nada que envidiarles. En ese sentido, la novela parece haberle ganado la partida al cine desde hace bastante tiempo. Como bien afirma, Pedro de Paz:

En nuestro país se lleva escribiendo una digna y excelente literatura de género desde hace tiempo. Particularmente novela negra y de aventuras. Ahí tenemos a Andreu Martín, a González Ledesma, a Juan Madrid, a Jordi Sierra i Fabra, a Vazquez Figueroa… Grandes autores con una larga trayectoria a sus espaldas. Otra cuestión es que en su momento, salvo excepciones, no adquiriesen la misma repercusión que sus homónimas en el extranjero. En ese sentido, les guste o no a algunos puristas, el que abrió el camino y demostró que aquí éramos tan buenos en esas lides como los de fuera fue Pérez Reverte y, de una manera u otra, todos hemos ido aprovechando esa estela. De ahí que, actualmente, la presencia sea mayor. O se note más. Pero antes de Pérez Reverte ya se hacían grandes cosas.

Es más en el caso de "El documento Saldaña" resulta poseer una base de documentación mucho más sólida - y por lo tanto convence eficazmente al lector - que muchas de novelas de más éxito internacional, y está mucho mejor escrita también. Si comparamos "El código DaVinci" con la de Pedro de Paz, estoy convencido de que la primera sale perdiendo por goleada porque tiene muchos más errores de documentación que esta novela, que en ese sentido presenta un acabado impecable. Sólo citaré como ejemplo la narración que uno de los personajes hace sobre el origen de los Huevos de Fabergé.

La misión de "El documento Saldaña" es entretener, y lo hace y mucho. Y además utilizando para ello una trama que interesa, bastante intrigante, y acertando en el dibujo de unos personajes muy atractivos, muy bien pensados y caracterizados, lo cual nos invita de inmediato a preocuparnos por su suerte.

Aquí el héroe, que tiene más de anti-héroe o en todo caso es un looser, un perdedor, tiene la misma importancia que el peligroso sicario que trabaja para la Mafia Rusa. Al principio, cuando Cortés emprende la tarea de intentar encontrar el tesoro parece que sólo le mueven razones económicas, lo hace porque le van a pagar bien el trabajo… sin embargo un suceso inesperado le obliga a cambiar de postura y el asunto se convierte para él en un asunto personal. Lo dicho: un tipo que "mola" mucho.

Todo parece estar al servicio de un emocionante desenlace que se desarrolla en un lugar realmente muy original al que el autor sabe sacarle bastante partido y que no desvelaré para no contar demasiado de la trama. Sólo añadir, eso sí, que me parece la mejor parte de la historia con diferencia, pero por lo que señalé antes: todo lo anterior confluye en ese momento, auténtico clímax de la función.

Y la ciudad de Madrid como paisaje en el cual desarrollar la acción, marco escénico sin igual al que se le saca un gran partido, convirtiéndose casi en coprotagonista de la historia.

Joseph B Macgregor