El diario violeta de Carlota

Opinión:

Qué gran forma de mostrar a los jóvenes un tema tan importante como éste sin que tengan la impresión de que les están "educando". Ya había visto lo bien que conectaba Gemma Lienas con los niños (con sus álbumes del hada Menta) y su preocupación por el tema de la mujer maltratada cuando leí "Atrapada en el espejo". Ahora he podido comprobar que también sabe conectar con el público adolescente.

Cuando lo leía pensaba, me preguntaba en realidad, si los adolescentes y jóvenes disfrutarían con este libro, y lo cierto es que sí pueden disfrutarlo porque la autora introduce dos tramas: la que corresponde a la vida de Carlota (su cumpleaños, un ratón que se les escapa, su primer novio…) y la que pica su curiosidad, consiguiendo que también nos pique la curiosidad a los lectores. ¿Hasta dónde llega el machismo de nuestra sociedad? ¿Se nos han pasado micromachismos de tan aprendidos y asimilados que los tenemos?

Gemma Lienas pone ejemplos en boca de la abuela Ana que es quien introduce a Carlota en el mundo del feminismo con datos y con historias reales. La gente a su alrededor -sus vecinos y su familia, por ejemplo- también forman parte de un micromundo muy variado. Tenemos a una vecina machista por definición y a otra que roza el feminismo extremo -el mal entendido feminismo-, Lola; en su propia familia hay machistas declarados y feministas razonables. La abuela y la madre forman parte de este feminismo bien entendido. De hecho yo me he sentido totalmente identificada con la madre de Carlota.

Las cartas que la abuela Ana le pasa a Carlota son estremecedoras. Con ellas viajamos a Afganistán, a Somalia o a China, y leemos de primera mano cómo es en esos países la discriminación sexual. Toca todos los temas: la ablación, la obligación de estar siempre perfecta, la desigualdad en el trabajo, la esclavitud por ser mujer, la televisión, el lenguaje, los clichés (los niños no juegan con muñecas, las niñas van de rosa, los hombre no lloran, las mujeres se ponen histéricas… [como si a ellos no les pasara]…), la sexualidad, la maternidad, la libertad de elegir (eso incluye opciones que algunas mujeres consideran machismo, como prepararle una copa al marido porque te apetece), la violencia física y la violencia psicológica, la invisibilización de las mujeres en los oficios (desde deportes a cualquier otro, sólo hay que echar un vistazo al pasado)… y no he acabado, hay mucho más aún.

Sinceramente, no me imaginaba dos cosas: que yo misma me sorprendiera aprendiendo alguna cosilla respecto al feminismo, y que me pareciera una historia de lo más amena.

Las gafas violetas hacen magia: te enseñan algo que te parece de lo más normal y te muestran la otra realidad, y lo hace con sensatez, con argumentos. Eso me ha gustado mucho.

100% recomendable para jóvenes a partir de 12 años y adultos (obsérvese que "adultos" es masculino y "jóvenes" incluye a chicos y chicas <el apartado dedicado al lenguaje también habla de esto).

Anika Lillo