El día del ajuste

Opinión:

"El día del ajuste" es brutal. Esto debería ser la biblia para los ofendiditos de nuestra era. A ver si se ríen más, piensan más también, y entienden que hay quien se aprovecha del pensamiento único. A los demás, que les den. Pero es que creo que no lo ven…

Vale que la idea de Chuck Palahniuk era representar la idiocia estadounidense que está convirtiendo la libertad en esclavitud, pero es que yo he discutido este mismo verano con gente de otros países (incluido el mío) con alguien de 17 años (pena de adolescencia radicalizada y manipulada) y me he encontrado con lo mismo. ¿Al hombre (en general, van incluidas mujeres, por si alguien se ofende) le gusta ser estúpido o qué? ¿No lo habíamos solucionado ya uniéndonos todos, eliminando las barreras y las diferencias, o al menos estábamos tratando de hacerlo, luchando por ello juntos? Pues de esto va "El día del ajuste": el controvertido tema de la apropiación cultural y las polémicas sobre la identidad.

Como buen líder, Talbott Reynolds es un ser prácticamente creado para serlo, y como buen líder, por supuesto, tiene su propio libro (en su caso, un libro azul, así se pone a la altura de la Biblia del catolicismo, o del Mein Kampf de Hitler). Y ya puestos el libro es como una letra escarlata pero al revés: como no lo lleves encima no formas parte de ellos (algo que me recuerda mucho a "La ola" de Morton Rhue o Todd Strasser, pues ambos contaron la misma historia basada en hechos reales). Solo unos cuantos elegidos acabarán reinando en el nuevo orden mundial que propone Talbott, y es muy curioso porque por una parte lees frases muy sabias y razonables, y por otra lees algunas -muchas- que son una estupidez elevada a la máxima potencia.

Os diré a quién no le va a gustar este libro: al que le falte sentido del humor, para empezar, y al que defendiendo estas movidas, que en realidad son una moda más aunque no se den cuenta porque se dejan manejar y ni se enteran, sean incapaces de aceptar ser criticados por pertenecer a una manada que cree en el separatismo fanático.

Tampoco le gustará a quien tenga que pensar demasiado, acaparar mucha atención enfocada al libro porque salen muchos personajes salteados y no siempre están relacionados (en todo caso al final) y, en definitiva, que busque un libro ligerito, facilón. Este no lo es, tiene algo de caótico, pero mola mucho.

El plan de Walter es hacerse rico y seducir Shasta. Cómo se le ocurre terminar formando parte de la lista de Talbot es ya un misterio. Al principio salen muchos personajes y es un poco lío pero conforme avanzas vas reconociendo el rol de cada uno porque no todos interactúan entre sí.

¿A quién le va a gustar? Cualquiera que tenga sentido del humor y sentido crítico de la existencia y la humanidad, que sepa razonar y se divierta con las estupideces que se ha inventado Chuck Palahniuk para hacer la parodia perfecta de esta nueva sociedad que parece ir para atrás en vez de avanzar. A mí me ha encantado. Y sí, me he reído. Por favor, es imposible no reírse alguna vez con este libro. ¡Es de esos libros que te gustan incluso más cuando hablas o escribes sobre ellos! O eso me pasa a mí, ya me conocéis. Pasión pura.

En esta novela tenemos a una viejecita haciéndose pasar por un trasgo negro para no perder su casa, matrimonios heteros haciéndose pasar por gays para que no les separen porque son de distintas razas, blancos (bueno, uno en particular) procreando a mansalva con la idea de reinar en un mundo en el que ya está bien de que la media de hijos sea tan baja (porque por supuesto son los otros los que tienen demasiados hijos), y que ya toca beber y follar todo lo posible (éste sufre una venganza para mearse de risa), o negros que parecen superhéroes como si les hubieran estado reprimiendo toda la vida y de pronto se convirtieran en mentes brillantes adelantadas a su tiempo. Todo en plan bestia, parodia cien por cien.

Negacionismo, revisionismo histórico, todos los hechos como el viaje a la luna o el Holocausto o el calentamiento global, lo niegan. Y mientras los negros avanzan tecnológicamente los blancos se dedican a abusar del sexo, vivir de vacaciones y con la separación se les acaba el chollo de sentirse superiores a los demás, porque ya no viven con negros ni maricas, de ahí que quienes salgan perdiendo casi siempre sean las mujeres. Patriarcado y auto adjudicación de títulos nobiliarios y feudos. ¿Líderes que se autoproclaman incluso reyes? Los asesinos que consiguieron las orejas después de nada masacrar a la peña, principalmente políticos y funcionarios varios.

En cuanto a la masacre de jóvenes, terrorismo de bandera falsa. Los propios estadounidenses, como se supone que ya ha pasado antes, propiciarían esa misma guerra para mermar el excedente masculino.

Hay una parte en la que queda claro la intencionalidad de que hagan el ridículo por parte del autor, y es cuando Shasta tiene que llevar una corona con velas encendidas (por ley, todas las mujeres) para demostrar que son caucásicas. Incendios incluidos. Lo llevan porque es una forma de volver a tradiciones y origen, por aquello de no robar identidades, por los que se ofenden por todo, para que ya no tengan motivos... Es su forma de reflejar el absurdo del apropiación cultural llevado al extremo si todos los que piensan así se pusieran de acuerdo.

Al final deja un escenario que muchos conocemos por "Farenheit 451", y naturalmente deja su marca impresa: "El club de la lucha" ya demostró qué podía hacer si se ponía a fantasear con los flipados de este mundo. "La purga" parece que le ha venido de perlas porque la novela comienza con una lista de las personas más odiadas del mundo que se pueden cargar sin represalias. La oreja de la portada tiene que ver con ello, por cierto.

Entiendo que habrá quien no se ría (pero será porque no pilla lo absurdo del plan, aunque haya mala leche en la el por qué hacerlo) si te dicen: pues mandamos a todos los jóvenes posibles a la guerra -inventada por nosotros, claro-, porque lo que necesitamos es que escaseen los hombres y palmen los máximos varones posibles, y así recuperamos el patriarcado y acabamos con el feminismo…  pero es que como todas las decisiones y actuaciones de los personajes son tan absurdas, es imposible tomarse nada en serio. Y lo más absurdo de todo: por qué ocurre esta historia tan surrealista. Ese Walter Baines tratando de impresionar a Shasta Sánchez… Maravilloso, Palahniuk. Es tan cachondo que se nombra a sí mismo como escritor e incluso a "El club de la lucha".

En fin, bajo la apariencia de una sátira, suelta un zasca brutal y muy inteligente a todo ese pensamiento patriarcal, buenista y políticamente correcto que se está cargando nuestras propias libertades. Es un aviso de, eh, que te crees más libre ahora y lo único que haces es madurar un extremismo muy peligroso a la par que obsceno y ridículo, una denuncia absoluta a la sociedad que se radicaliza.

Yo le aplaudo. Disimuladamente ha pegado un hachazo a una sociedad (la actual) contaminada por las modas pseudointelectuales que se creen muy modernas y tolerantes, que no son otra cosa que un cóctel de fanatismo y retroceso bien mezcladito. Si es que ni se enteran de que están siendo manejados. ¡Ay! A la porra lo políticamente correcto. El libro sin duda es polémico y Palahniuk un cachondo kamikaze o un tipo muy valiente, a saber ¡Bravo!

¿Lo peor de la historia? Que me ha demostrado que internet, con todo ese mundo interconectado, come mucho la cabeza a los más jóvenes. Tú te esfuerzas en criarlos lo más tolerantes posibles y luego te vienen con chorradas separatistas de estas en sus mentes aún maleables. Por suerte con los que he hablado al menos dicen "no opino como tú pero te respeto", pero los otros que hay por el mundo… Madre mía… A tomar por saco la multiculturalidad.

Por si queda alguna duda de que este libro habla de la apropiación cultural, en la página 275 lo nombra claramente, junto a una escena de lo más ridícula en la que deja claro que es una sátira inteligente y punzante.

Como crítica social es impagable.

PD. NO PIENSO QUITAR MI ATRAPASUEÑOS INDIO DE MI HABITACIÓN NI MIS CUADROS DE AFRICANAS QUE PINTÓ MI MADRE PARA MÍ PORQUE SE LO PEDÍ YO, NI DEVOLVER MI GUERRERO NEGRO DE MADERA.

Anika Lillo