el detective de la mafia

Opinión:

Lo que Luca Corsini -personaje principal de esta obra- no adivina de esta misión es que conocerá a Cruz Navarro, una mujer tan tozuda como él.  En esencia, la mujer policía comparte con el italiano una integridad y ética similares.  No obstante su atracción, les separa una clara cuestión de incompatibilidad profesional.  Un hilo ingenioso esta tensión sexual que hilvana el autor, y que mantiene el interés del lector hasta el último momento, haciéndonos pasar algún que otro momento de incertidumbre total.
 
El detective de la Mafia no es otra obra más del género negro con el típico nudo y desenlace esperado.  Describe el carácter interno de las mafias y sus métodos (que aún no hemos explotado lo suficiente en este país a pesar de estar cubierto su manto de ejemplos que copiar o archivos diarios policiales a los que acudir).  Nada que ver con el glamour y las formas de antaño, no he podido dejar de caer en las temidas comparaciones.

Fernando S. Llobera  ha sabido aprovechar lo que supone precisamente vivir en un país con una condición de paraíso para un numeroso desfile de mafias internacionales, que, como adivinamos en su novela, en ocasiones se unen para sobrevivir entre tanta corrupción e intereses compartidos.
 
No es una obra difícil de seguir a pesar de este elenco de personajes con nombres que no nos son habituales, pero si alguien tuviera cierta dificultad puede acudir a las primeras páginas, en donde el autor incluye un listado de personajes junto a la descripción de los mismos. Buena idea.
 
Repasar la descripción de los ambientes es como leer un guión de cine, o mejor aún, ver la película y sentir los golpes en propia carne, oler el ambiente ora putrefacto, ora del lujo de los jardines que adivinamos tras la pluma ágil que nos toca el ánimo de manera inesperada con alguna frase sentencia.

Si acaso debo poner un dedo la llaga, insto al autor a repasar la narración que lleva a cabo la parte omnisciente que confunde y desvía la atención de la trama general, delegando su función a la socorrida primera/tercera persona.
 
La lectura como he indicado es rápida, veroz para los que disponen de tiempo. Una novela de más de cuatrocientas páginas, de las que no borraría ni una frase. Sencilla para la comprensión de su vocabulario, se permite ciertos cultismos que revalorizan su categoría dentro del género.
 
Con este volumen he hecho varios descubrimientos: por un lado, un género dentro del género en el que veo muchas posibilidades aún por explotar.  La recomiendo, sin duda, y espero seguir leyendo a Fernando S. Llobera, mi segundo hallazgo. 
   
Saray Schaetzler