El deber
Título: El deber
Título Original: (Die Pflicht, 1949)
Autor: Ludwig Winder
Editorial: Periférica
Copyright:
© 1949, Ludwig Winder
© 2014, Periférica
Traducción: Richard GrossEdición: 1ª Edición: Septiembre 2014
ISBN: 978-84-92865-99-4
Tapa: Blanda
Etiquetas: Checoslovaquia, Segunda guerra mundial, ocupación nazi, novela, Praga
Nº de páginas: 272
Opinión del librero:
El 15 marzo de 1939, Josef Rada, modesto empleado del Ministerio de Transportes checo, presencia desde su puesto de trabajo la entrada en Praga del ejército alemán de ocupación. Su actitud inicial de calma ante este hecho, cambia al ser detenido su único hijo por las SS mientras intentaba localizar a su novia, desaparecida durante una protesta estudiantil. Ante la sospecha de que el joven pueda haber muerto, el protagonista se pone en contacto con la...
(Seguir leyendo la recomendación en TROA.es)Argumento:
Praga, 1939. Josef Rada, casado con Marie y
padre de un joven estudiante de Medicina, Edmund, es un funcionario
íntegro y eficaz. No se le conocen aficiones ni amigos, y ni si
quiera le interesa la política: vive dedicado completamente a su
familia y a su trabajo. Pero ese pequeño y confortable mundo será
dinamitado por la invasión alemana y el colaboracionismo con los
invasores de un antiguo conocido de la infancia, Fobich.
El hecho de que el lector de El deber «avance a paso vertiginoso
por una de las novelas antidictadura más eficaces», se debe, sin
duda, a que ofrece un retrato del patriotismo contra la
ocupación nazi que no degenera en el patetismo ni
en la retórica. Su eficacia estriba en el personaje de Rada,
creíble por su actitud, al principio antiheroica y vacilante, el
buen conocimiento de la realidad política y, sobre todo, el
magistral tratamiento literario: un texto en apariencia sencillo y
objetivo pero, como ya señalara la crítica de la época, «sabedor
del artificio y sofisticado».
Escrita en 1943, El deber es una novela cuya relevancia especial se
infiere del paisaje político en que fue creada. Los autores
germanohablantes de Checoslovaquia, judíos casi todos ellos, tenían
un motivo adicional para escribir sobre el destino de su patria: en
junio de 1942 la masacre nazi de Lídice causó el horror en todos
los países del mundo civilizado. El propio Winder señaló:
«En un siglo bárbaro, como lo es el nuestro, los artistas
tienen el deber de defender con perseverancia la dignidad del
hombre, la dignidad del espíritu».