El cuarteto de Marrakech

Opinión:

Bastante sorprendente. Cuando comenté que estaba leyéndome este libro alguien hizo un comentario refiriéndose a que las historias de "moritos complacientes" en las novelas gays estaban muy trilladas. Bien, pues no sé cómo las contarán los demás, pero Alberto Ciáurriz se lleva un nueve por lo menos. Yo veo algo más que "moritos complacientes", veo decepciones, descubrimientos, convivencia, envidias, cariño, rabia, hipocresía cultural… una historia originalmente estructurada y lo que es más importante, bien escrita.

El cuarteto de Marrakech está contado por los cuatro participantes de la aventura. Mohammed es el primero en contar lo que ocurrió aquel verano, y en él se ven un cambio importante: la pérdida de la inocencia al descubrir que su pareja tiene -y ha tenido- otros planes ajenos a sus encuentros. Es pérdida le llevará a cambiar él también. Cuando acaba su historia empieza Juan Carlos, uno de los españoles, y con él descubriremos otra visión de la historia, y además -cómo no- un secreto que Adid jamás contaría. Luego viene Paco, el otro español, dando su personalísima visión de los hechos, y por último Adid, quizás el que más sorprende porque nunca aceptó que lo suyo era lo mismo que lo de los demás, es decir, para él, los otros son "maricas".

Esta estructura hace muy ameno el libro, e interesante, porque leemos una misma historia vista por cuatro ojos distintos.

En cuanto a que la novela era tirando a pornográfica o erótica…. Bueno, Alberto ha sido más explícito aquí que en "Café Taurus", por ejemplo, sin embargo tampoco es para asustarse. Vamos, que con cierta edad y varias lecturas algunas cosas ya no te asustan. Yo no lo lo calificaría de pornográfico en absoluto, en todo caso de erótico (de la colección Sonrisa Vertical he leído cosas mucho más fuertes) aunque al ser hetero lo leído no haya sensibilizado mi erotismo como quizás ocurriría con un gay. Pero eso sí, tiene frases fantásticas, memorables, frases que leía y me decía a mí misma "qué bien escrito está esto, qué descripción tan buena".

Por cierto, consta de un "apéndice", pero esta curiosidad queda para el lector (recomendable especialmente a lectores gays o a curiosos como yo que gustan leer de casi todo).

¡Ah! Las fotos de la portada son de infarto (y da igual que seas hombre o mujer, la perfección es la perfección ¿de dónde sacarían a esta chico?) :)

Anika Lillo