El color de la luz

Opinión:

Al inicio de "El color de la luz" le falta un poco de interés: es demasiado descriptivo de cosas que no resultan especialmente relevantes. Además, la figura de la periodista y narradora no logró encandilarme y que se cuente tanto sobre ella, sin ir al grano, cuando al final su papel es el de hilo conductor y poco más (cosa que queda clara casi desde que tiene el primer encuentro con Blanca Luz) me frustró un poco.

La historia no acaba de arrancar hasta que empieza a tener una relación más estrecha con Martín, momento en el que comienza a ponerse algo más interesante, si bien es cierto que el ritmo es bastante irregular y predomina la lentitud por las numerosas descripciones y las parrafadas que sueltan muchas veces los personajes, que se ponen a filosofar de una forma que no me resultó demasiado natural. Este tipo de cosas entorpecen la lectura bastante: estamos hablando de que Marta Quintín mete páginas enteras sin un solo punto y aparte, que te hacen perder el hilo y que se podrían resumir en un par de párrafos más concisos.

Por otro lado, la historia de Martín, y sobre todo de Blanca Luz, la protagonista, que es odiosa y contradictoria, pero a pesar de ello fascinante, está bastante bien y quieres saber todo lo que les ocurrió, tanto cuando estaban juntos como cuando estaban separados. Sobre todo cuando la millonaria juega al despiste. Sin embargo, el hecho de que sea Blanca Luz quien narra su historia a la narradora hace que tengamos una visión muy poco precisa de lo que hace Martín. Por ejemplo, tenemos muchos detalles sobre cuando llega a París y es pobre como una rata... y de pronto lo siguiente que sabemos de él es que se está haciendo un nombre, pero no sabemos cómo se ha pasado de una cosa a la otra.

Esta dinámica se repite también en el final, que me ha parecido un tanto flojo, porque en ningún momento dice cómo se hace millonaria Blanca Luz en tan poco tiempo, cuando en el inicio se insinúa muchas veces que es algo fascinante y sus antecedentes no son los de una mujer brillante para los negocios, precisamente. Vale que todo está muy centrado en lo personal, pero que no se explique esa parte, y muchos otros cambios en la vida de ciertos personajes, lo hace poco creíble.

En definitiva, es una trama que no está nada mal, aunque la narración de la misma dejó un poco que desear.

Déborah F. Muñoz