El cebo

Opinión:

Siempre se ha echado mano del recuerdo y del análisis para rememorar las mejores y más complicadas mentes de los clásicos del terror, por ejemplo con Lovecraft o Poe, y es que echar un vistazo a sus obras es introducirse en mentes privilegiadas con mundos interiores muy particulares. En la literatura contemporánea a mí me sucede lo mismo con José Carlos Somoza. De entre todos los autores de hoy, es él quien más me intriga y más me seduce precisamente porque lo que cuenta nunca puede considerarse "normal", siempre hay algo que nadie antes ha escrito o en lo que nadie jamás profundizó como para hacer una novela tremendamente original. Eso es lo que hace tan grande a Somoza.
 
La novela se distingue bastante en dos partes. En la primera conocemos a los personajes y es más ligera en cuanto a sus roles, sin embargo nos va introduciendo poco a poco en el significado y la importancia del psinoma (y sus filias) -algo que hace que todos reaccionemos de una forma sin ser conscientes y que realmente dirige nuestras vidas-, y lo peligroso del asunto de los cebos así como aquello horroroso que puede esconder.
 
En la segunda, claramente distinta, ya conocemos el psinoma, las filias, los cebos, los métodos de trabajo, buena parte del pasado de los personajes y queda la acción. Y en la acción es donde Somoza, una vez nos ha sorprendido con ese invento suyo llamado "psinoma", nos deja perplejos: una lucha como nunca antes se ha visto, una lucha de cuerpos, de miradas, de poses, de desconcierto, terror y torturas…
 
Pero cuando creías que el libro ya llegaba a su final y podías extraer de él su originalidad, Somoza hace lo de siempre: te da algo que no te esperas, algo que te deja ojiplático, que te hace soltar una risita (enfatizaría sin exagerar diciendo que yo solté un gritito porque estas cosas me encantan)…
 
Cuando estás tan acostumbrada a leer es muy difícil que te sorprendan (no me valen las sorpresas sacadas de la manga, esas para mí no tienen mérito), así que normalmente lees y disfrutas pero de un modo moderado. No ocurre así cuando llegas a uno de los finales de Somoza, y éste es uno de esos.
 
Si el libro en líneas generales me ha gustado y me ha parecido original, la trama ha resultado amena y el pasar de las páginas muy rápido, el final me ha entusiasmado. 
  
Anika Lillo