El buzón de las impuras

Opinión:

"El buzón de las impuras" es una novela histórica muy documentada que nos traslada al Santiago de Chile de 1863. La autora no solo nos habla de la historia de las Hijas de María, sino también de cómo era la sociedad de aquella época, cómo era la relación con la delegación norteamericana (en cuyo país estaban en plena Guerra Civil y cuyo comportamiento heroico durante el incendio les convirtió en héroes) y muchos otros detalles más.

La autora incluso integra textos reales publicados en esa época, y ha utilizado personajes reales para la trama, por lo que la base en la que se apoya la historia es muy sólida. Sin embargo, a veces me dio la sensación de que Francisca Solar quería incluir a la fuerza en la narración algunas de las cosas interesantes que descubrió pero que no acababan de aportar a la historia o incluso a la ambientación. Esto hace que en algunas partes se pierda el ritmo, por curioso que sea.

También son potentes o quitan ritmo, según quién los lea, las reflexiones sobre el papel de la mujer y sobre la religión y el culto a María que se desarrollan en la novela.

El libro está estructurado en capítulos encabezados por el día en que se desarrollan los acontecimientos. Al inicio, se introduce el incendio, pero luego vuelve a un mes atrás y desde entonces sigue una línea temporal cronológica. El capítulo del incendio, por cierto, es brutal.

La trama se centra en la familia Aguirre Vanderbilt. La madre era radicalmente devota y el padre severo en muchos aspectos. El primogénito, Beltrán, estaba anclado en una silla de ruedas y tenía una voz prodigiosa, pero su padre le negaba su sueño de cantar y hacía lo posible por "encauzar" su homosexualidad. Helena era una chica preciosa que iba a casarse con un barón al que adoraba. Y Fátima, casada con un derrochador que se negaba a tocarla, era una arquitecta encubierta.

Cuando esta última vuelve de Francia junto a Beltrán, se encuentra con que las Hijas de María han degenerado por la férrea mano de un cura que solo piensa en imponerles atroces penitencias. Todo su empeño será devolver a la asociación a lo que era antes, abanderando el pensamiento crítico. Su supuesta infertilidad le vale la penitencia de encargarse del Buzón de las Impuras, pero le da la vuelta al castigo usándolo de palanca para un cambio que el párroco no ve con buenos ojos.

También se pone mucho énfasis en la delegación americana a través de Maximilien, que guarda un secreto que le pone en peligro y se siente atraído por Fátima. Conforme avanza el mes que dará paso a la catástrofe en la fiesta religiosa más importante de la ciudad, irán estrechando una relación prohibida.

En definitiva, es una novela muy completa centrada en una familia con la que te encariñas, aunque también conoces otros personajes históricos interesantes. Lo más destacable es la documentación, que devuelve la voz a las mujeres que sufrieron la tragedia y es muy rigurosa.

Déborah F. Muñoz