El bosque del arcoíris

Opinión:

Cuando oímos el nombre de Megan Maxwell nos vienen a la cabeza un montón de novelas como "Pídeme lo que quieras" o "¿A ti qué te importa?", sin embargo, Megan Maxwell es una autora que sorprende y lo ha hecho con este nuevo trabajo que no es una más de sus novelas sino un precioso cuento infantil. Una buena forma para que los lectores más pequeños se dejen atrapar por la magia de la literatura de esta autora.

La verdad es que "El bosque del Arcoíris" me ha sorprendido y me ha encantado. Es una historia sencilla pero llena de significado y de valores. A través de sus protagonistas, de la familia del ratón bombero Tino Mandarino, la autora trata de inculcar una conciencia ecológica tanto entre los más pequeños como entre los adultos. La forma de hacerlo es sencilla. Megan es consciente de que está escribiendo para niños pequeños, no para su público lector habitual. Su estilo se adapta a sus nuevos lectores. El lenguaje que utiliza es sencillo y el texto se apoya mucho en las ilustraciones de Mercè Orti. Unas ilustraciones llenas de color, que ponen cara a unos personajes de lo mas divertidos: Tino Mandarino, su esposa Rosita, sus hijos Joya, Lolo y Flor; y el resto de los habitantes del bosque. Me han gustado estos personajes. Ninguno de ellos cae mal o resulta pedante o prepotente. Todo lo contrario. Creo que son unos personajes con los que el niño se identifica, unos buenos maestros para hacerle ver la importancia del reciclaje y de cuidar la naturaleza. Un mensaje que se aplica tanto a mayores como a pequeños.

Junto con este mensaje, Megan Maxwell insiste. también, en lo positivo de colaborar todos, de formar una piña a la hora de lograr un objetivo, de saber trabajar en equipo. Valores muy a tener en cuenta.

"El bosque del Arcoíris", tal como dice su autora al final de la historia, no acaba aquí sino que es la primera entrega de una serie de aventuras protagonizadas por esta familia de ratones.

Comparada con la Megan Maxwell superventas e icono de la novela romántica, la Megan Maxwell que escribe para niños nada tiene que envidiar. Me gusta esta sensibilidad que tiene, esta dulzura a la hora de narrar la historia. Como autora infantil tiene un estilo narrativo muy adaptado al niño: tanto la historia que narra como el lenguaje son suaves, relajantes, hay una gran candidez.

Por todo ello, creo que es un cuento que ningún niño debería perderse lo mismo que ningún papá. Es una historia para disfrutarla en familia y para reflexionar, para hacernos ver cómo debemos de cuidar más la naturaleza que nos rodea.

Ysabel M.