El bigote
Título: El bigote
Título Original: (La moustache, 1986)
Autor: Emmanuel Carrère
Editorial: Anagrama
Copyright:
© 1986, Emmanuel Carrère
© 2014, Anagrama
© 2014, de la traducción, Esther Benítez
Traducción: Esther BenítezEdición: 1ª Edición:
ISBN: 978-84-339-7901-8
Tapa: Blanda
Etiquetas: París, bigote, humor negro, crisis de indentidad
Nº de páginas: 184
Opinión del librero:
El protagonista del relato, un joven arquitecto residente en París, decide afeitarse el bigote que ha estado durante diez años adornando su boca, para darle una sorpresa a su mujer. Al salir del baño observa, con asombro, que ella no parece extrañada en absoluto, por esta novedad como tampoco el resto de los miembros de su estudio de arquitectura, ni tampoco de unos amigos que le han invitado a cenar. Cuando decide tomar la iniciativa y preguntar a unos y otros si no perciben ningún...
(Seguir leyendo la recomendación en TROA.es)Argumento:
Un hombre se afeita el bigote. Lo hace en secreto para darle una sorpresa a su mujer. Pero cuando aparece ante ella, la esposa no reacciona. No parece ver en esa cara con que lleva años conviviendo cambio alguno. No se percata de que su marido se ha afeitado. Es más, cuando éste le muestra su perplejidad ante la falta de reacción, ella le asegura que nunca ha llevado bigote. Un gesto sin mucha trascendencia se convierte en el punto de partida de una pesadilla kafkiana para el protagonista de esta novela. ¿Es víctima de un juego, de una broma de su entorno más próximo? ¿Se ha vuelto loco y realmente nunca llevó bigote? ¿El mundo se ha confabulado contra él para ponerlo a prueba? ¿Afeitarse el bigote puede lanzarlo a uno al abismo? Escrita con un humor negro siempre inquietante, esta novela de Emmanuel Carrère -que el propio autor llevó al cine en una película protagonizada por Vincent Lindon- nos muestra un maelstrom que no está en medio del océano sino en la cotidianidad de una ciudad, pero que succiona con la misma fuerza al protagonista. Y lo conduce hasta el apoteósico final de este libro que deja huella. Porque quede avisado el lector: no podrá sacárselo de la cabeza una vez terminado.
«Estremecerse con el solo recuerdo de una lectura, ser víctima
del desasosiego, del vértigo ante las páginas de un libro, es un
raro privilegio que pocos novelistas pueden ofrecer» (Michèle
Gazier, Télérama).
«Con una escritura transparente y puntillosa, Carrère se sumerge en
la enajenación, y cincela, con escalpelo, una locura cotidiana,
aparentemente benigna, que no puede acabar más que en el horror»
(Les Nouvelles Littéraires).
«He aquí una novela en la que al principio parece que no sucede
nada… Sin embargo, un centenar de páginas después, uno concluye su
lectura con el estómago revuelto y un nudo en la garganta, tras un
viaje alucinante y terrorífico a un infierno que uno percibe ahí,
muy cerca, al alcance de la mano, incluso en uno mismo... El libro
de Emmanuel Carrère nos lleva muy lejos, hasta un punto en el que
ya no hay retorno posible» (Jean-Claude Lebrun, Révolution).
«Ha depurado el vocabulario y la gramática con la furia de un
Savonarola de la palabra para extirpar todos los ornamentos y todas
las armas de seducción» (Le Monde).
«Un relato que puede leerse como un divertimento, un auténtico caso
clínico o -y esto es lo más atractivo- como una novela corta de
humor negro muy inquietante, que debería fascinar a los amantes de
Patricia Highsmith o Roald Dahl» (Annie Coppermann, Les
Échos).
«Emmanuel Carrère es un maravilloso contador de historias» (Michèle
Bernstein, Libération).
«Podría ser de Maupassant, un Maupassant excelso» (Jacques-Pierre
Amette, Le Point).
«Un relato entre el absurdo y el cuento filosófico, que hace reír y
al mismo tiempo da miedo. ¡Dios, qué bueno es!» (Jérôme
Garcin).