El bandido y las gemelas Mataquín

Opinión:

Como reza en la contraportada: ¡sería un crimen que no te rieses con este libro!; bueno, tengamos en cuenta que es un libro infantil/juvenil, dirigido a mayores de 8 años, así que, para un adulto, igual la risa no es para tanto. Sin embargo, como mínimo sonrisas sí que me sacado... y risas... pues también, lo reconozco. En resumidas cuentas, un libro muy entretenido, divertido, con el que los mayores pueden pasar un buen rato y con algunas moralejas que los más pequeños pueden pillar sin problemas, y que a los más mayores nos puede dejar pensando en el tema (luego iremos con ello).

Estructurado no como una narración al uso, sino haciendo uso de diverso material, la trama se puede seguir perfectamente, no se dispersa como podía haber pasado al utilizar todo ese material para trazar una historia; me estoy refiriendo a material tan diverso como extractos de los diarios personales, recortes de periódicos, cartas, menús de restaurantes, billetes de barco, partituras musicales, atestados policiales, contratos de alquiler, etc, etc, etc. Si bien no del todo original, aunque no recuerdo ahora si he leído algún otro libro en el que toda la trama se cuente así, sí hay que reconocer que el autor lo ha estructurado perfectamente, cuadrándolo todo y haciendo que la lectura sea fácil. Además, las ilustraciones ayudan y apoyan totalmente a la narración. Son estas sencillas, pero enormemente expresivas y, a menudo (casi siempre), muy graciosas, con algún elemento que, como mínimo, nos sacará una sonrisa... cuando no las risas que decíamos al principio.

El libro tiene muchas notas de humor (esas risas...), aunque de entrada el tema pudiera parecer más serio, sobre todo por esas moralejas que en breve comentaremos, así como de ternura. Por ejemplo, las cartas que envía el bandido al Gremio de Bandidos, con su número de colegiado, o la contestación que recibe la familia de la niña secuestrada por parte de la casa de subastas, con el descuento que les pueden hacer por la desgracia, o la recomendación de las profesoras a la familia para que disuadan a una de las gemelas, con excelentes notas, de que sea escritora, o las misivas cruzadas entre las fuerzas del orden, o las "anécdotas" de los vecinos del pueblo... Todo eso y más, en la parte de humor; en la de ternura, la relación entre las hermanas, entre ellas y el criado de su tía, la que establece la secuestrada con su secuestrador (no por el síndrome de Estocolmo, que podría ser lo normal en estos casos, sino por sus personalidades, su relación, etc.).

Las moralejas... bueno, la amistad, el respeto a la naturaleza, cómo puede influir el ambiente familiar en el desarrollo de las personas, el amor... y la desproporción de algunos castigos en relación al crimen cometido; aquí son las niñas las que tienen que ingeniárselas al no estar de acuerdo con la pena impuesta al secuestrador (por desproporcionada, como digo), y convencer a los adultos (familia, vecinos, fuerzas del orden, juez, etc.)... o, si no los consiguen convencer, apañárselas para conseguir su objetivo. No en vano, en las etiquetas de la contraportada se marcan aventura, ecología, humor y justicia, justamente todo lo que vengo comentando en esta reseña.

Bien, un libro que los niños entenderán muy bien y que los adultos también podemos disfrutar, con una estructura no muy habitual, con un humor muy presente, tanto en el texto como en las ilustraciones (ese zorro ayudando a pintar el cartel del restaurante, la vecina cuyos pensamientos cuando su hermana desapareció eran que así tendría habitación para ella sola y que podría quedarse con su bicicleta, etc.).

Recomendado para niños y adultos.

J. Javier Arnau