El asiento del conductor
Título: El asiento del conductor
Título Original: (The Driver's Seat, 1970)
Autor: Muriel Spark
Editorial:
Contraseña
Copyright:
Prólogo de Eduardo Lago
Traducción: Pepa LinaresEdición: 1ª Edición, Marzo 2011
ISBN: 9788493781866
Etiquetas: contemporánea enfermedad mental enfermedades mentales humor humor negro ingleses literatura inglesa mente novela
Nº de páginas: 127
Argumento:
Lise decide emprender un viaje para darse un respiro de su
trabajo. Aparentemente su intención es encontrarse con un supuesto
novio en el país de destino y poder disfrutar de unos días juntos.
A partir de aquí arrancan una serie de acontecimientos cada vez más
extraños que nos conducirán hacia una historia sorprendente en la
que queda demostrado que nada es lo que parece.
Opinión:
Juan Salas
Sorprendente. Es la primera palabra que se me viene a la cabeza
para definir El asiento del conductor. La
novela de Muriel
Spark nos hace reflexionar sobre el aislamiento que mucha gente
sufre en la sociedad actual y sobre ciertos modelos de vida
impuestos en los que el absurdo se convierte en uno de los
principales valores. De igual manera la novela indaga en la
búsqueda del amor a cualquier precio con tal de no tener que
enfrentarnos al terror que nos produce la soledad.
A lo largo de la narración nos encontramos con detalles de humor negro, lo que hace mucho más desconcertante el relato. Conforme va avanzando la historia, el ambiente se empieza a ensombrecer y se van dando situaciones y comportamientos en la protagonista cada vez más inquietantes y confusos. A las pocas páginas se nos cuenta el trágico final que le espera a Lise, lo cual no hace que la novela pierda interés, sino todo lo contrario. No podremos soltar el libro hasta haberlo terminado.
Después de la lectura surgen muchas preguntas porque aunque desde el principio sabemos cómo va a terminar la historia y que no va a tener un final feliz, lo que no podemos imaginar es la forma en la que van a suceder los hechos. Absolutamente inexplicable.
Con un magnífico prólogo escrito
por Eduardo Lago "El asiento del
conductor" es, sin duda, otro gran acierto de
Contraseña Editorial.
Juan Salas Villanueva
Patricia Esteban Erlés
De Lise, la protagonista de El asiento del conductor, tenemos pocos datos: apenas nos es dado conocer su nombre, su estresante trabajo como secretaria en una oficina y la meticulosidad con la que planea los preparativos de unas vacaciones, los dias previos a tomar el avión que la llevará a Italia. Pero poco a poco, y casi desde el comienzo en realidad, iremos tomando conciencia de que Lise es un personaje abocado a la locura y la muerte, una mujer que viaja en busca del hombre perfecto: su asesino. Muriel Spark esparce los ingredientes de este curioso hilo argumental y levanta una historia completa en una distancia realmente corta, apenas cien páginas, logrando dotarla de verosimilitud y hondura, gracias a esa naturalidad a la hora de abordar los aspectos más siniestros de la condición humana que parece ser uno de los signos de identidad más reconocibles de su escritura.
Lise elige en las primeras páginas de la novela lo que ella llama el vestido necesario. Un vestido de llamativo estampado y colores estridentes que lucirá durante toda su aventura, en el aeropuerto, el avión y la capital italiana de destino, resultando siempre fácilmente reconocible para el lector, una señal dolorosamente luminosa que despierta diferentes reacciones, desde el rechazo brutal a la atracción instantánea, en los desconocidos con los que se tropieza en el transcurso de su particular odisea. Lise, una mujer de físico anodino, destacará de entre la masa de viajeros y turistas gracias a ese vestuario que chirría, marcándola con el sello indeleble de la locura, de la diferencia. Así será reconocida por otros perturbados al primer vistazo, como sucede en el caso del pasajero obsesionado con la comida macrobiótica que se sienta a su lado en el viaje, o la anciana señora Fiedkes, con la que comparte un frenético día de compras por las calles de la ciudad italiana en la que ambas coinciden. Al mismo tiempo, Lise irá detectando en medio de la multitud a aquellos que también son sus semejantes, los integrantes de una hermandad maldita.
De este modo, Spark elabora un repertorio de dementes, un pequeño catálogo de esas patologías mentales y nerviosas que parecen haberse convertido en toda una plaga de la sociedad contemporánea. El loco es un estigmatizado en general, pero gracias al encadenado de personajes con los que se topa Lise en sus últimas veinticuatro horas de vida, iremos conociendo diferentes casos clínicos de forma particularizada: el monomaniaco, el depresivo, la demente senil, el violento... Todos ellos irán acompañando a Lise en los prolegómenos de una macabra cita con el hombre que debe asesinarla, para el que adopta la apariencia de una extraña mariposa de colores y al cual busca desesperadamente, consciente de que llega tarde a su propio destino.
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Comentario de los lectores:
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