El asesinato de Platón

Opinión:

Se me hace complicado saber por dónde empezar a hablar de esta novela, pues tras su lectura son muchos los apuntes que he tomado de ella y los puntos de interés se acumulan. Indudablemente he de comenzar por Platón, el filósofo al que prestaremos atención para descubrir cómo es su asesinato, si se llevó a cabo y quién o quiénes son los autores; el título y los hechos que se van sucediendo marcan el ritmo de la intriga.

Lo primero es conocer a Platón, aunque sea entre líneas o por medio de pequeños capítulos a modo de anexos anticipados donde el autor incluye alguna de las teorías o datos biográficos con los que se puede aunar la ficción dentro del contexto histórico. La creación de la Democracia o los importantes avances en áreas como la Medicina o la Arquitectura, le llevaron a crear en Atenas lo que podemos intuir como el origen de las universidades: la Academia, donde encontraremos a Altea, la primera mujer admitida como alumna y más tarde como ponente y maestra. Si lo que va sucediendo es suficiente para quedar atrapado, con esas pequeñas anotaciones logra que queramos y necesitemos saber más del filósofo, así como de todas las disciplinas en las que participó.

Las batallas se suceden a lo largo del relato enfrentando a los diferentes ejércitos. Los distintos movimientos y alianzas van componiendo el relato de Platón, quien unas veces habla en el Senado buscando el bien común y otras se ve retenido contra su voluntad. Los diferentes modelos de Estado, democracia, tiranía, oligarquía o monarquía quedan expuestos y forman parte de un juego que busca un único vencedor. Una exposición acertada con la que no se necesitan muchas más explicaciones de política.

Los personajes logran que te olvides de Platón y de todas las batallas, que te sientas atraído por sus historias personales y familiares. Como es el caso de Altea y su entorno o de los esclavos Melisa o Céfiro quienes aportan unos episodios llenos de intrigas, pasiones y celos. A través de ellos podemos tomar el pulso a la Grecia Clásica del siglo IV a. C., y ser testigos de las costumbres que tenían ciudadanos tan diferentes como los atenienses o los espartanos.

Las diferentes tramas de la novela tienen en común una narrativa rica en frases, de esas que gusta leer y apuntar, logrando captar la atención de aquellos que nos sentimos atraídos tanto por la historia como por los movimientos políticos de cada época, y más siendo Platón el padre de la democracia.

Las diversas menciones a Sócrates me recuerdan que todavía tengo pendiente descubrirle en la anterior novela del autor antes de que nos regale un nuevo "Asesinato", creo que le toca el turno al filósofo Aristóteles, discípulo de Platón.

Otra novela más de Marcos Chicot que no me cansaré de recomendar junto al resto de su obra.

Porlomenix