Donde no llegan los sueños
Título: Donde no llegan los sueños
Título Original: (Donde no llegan los sueños, 2007)
Autor: Miguel Ángel de Rus
Editorial:
Irreverentes
Colección: Narrativa Contemporánea
Copyright:
© Miguel Angel de Rus, 2007
© Irreverentes, 2007
Edición: 3ª Edición, Febrero 2007ISBN: 9788496115552
Tapa: Blanda
Etiquetas: cuentos fantasía asesinatos fábula crítica social narrativa literatura española
Nº de páginas: 168
Argumento:
15 relatos, algunos fabulados, otros más creíbles -no por ello
mejores ¡ojo!- que esconden entre líneas críticas abiertas a
distintos hechos y personajes.
El prólogo es de Antonio López del Moral, y he
de decir que está muy bien. En él ves a un Miguel Angel
de Rus insistentemente activo, y casi puedo imaginar
la escena que retrata en esas páginas López del Moral.
Opinión:
Escribo estas líneas habiendo dejado pasar unos días después de
haberlo leído, pero si recuerdo sus historias, sus cuentos, no
puedo más que admitir que Miguel Angel de
Rus es un buen cuentista, precisamente de los que
me gustan a mí. Tiene un toque que a veces parece un doble filo, no
tergiversa pero sí insinúa, y a veces juega con sus personajes o el
propio lector. Lo que está claro es que bajo muchos de sus cuentos
se esconden ácidas e inteligentes críticas al mundo en que vivimos,
pero el autor no las cuenta, las fabula de un modo
extraordinario.
Además se percibe el gusto del autor por narrar vidas ajenas
reales, como por ejemplo la dedicada al psicópata Ted Bundy, o
utilizar nombres conocidos (Robert Schuman, político luxemburgués)
dándole otra vida alternativa.
El que titula al libro, "Donde no llegan los sueños", está
al final y no es, justamente, de mis preferidos, pero esto se debe
a que tiene otros que considero excepcionales, por ejemplo casi
todos los demás.
* La pantera en la habitación es un
cuento genial. El hombre tolerante del s.XXI, aquel que debe
respetarlo todo para ser un buen ciudadano, se enfrenta a una
pantera, animal en vías de extinción, que campa por su casa
comiendo lo que le apetece. Eso incluye personas, claro… Se
esconde, pues, una pequeña crítica a la máxima de la tolerancia que
yo puedo traducir, personalmente, en otros tipos de tolerancias que
vivimos en nuestro país.
* Ferebee es una crítica brutal al
poderoso yanqui guerrero, a aquel de la bomba de Hiroshima. Miguel
Angel de Rus lo plasma en un cuento con fantasmas incluídos, un
fantasma que se le aparece a un descendiente del piloto que tiró la
bomba y otros reales o imaginarios igualmente cuyos ojos rasgados
recuerdan a los miles de orientales que fallecieron en aquel acto
atroz. Al mismo tiempo, el protagonista se está asfixiando.
* Dos ataúdes sombríos es un juego
absoluto hacia y con el lector. Magnífico. Miguel Angel de Rus aquí
insinúa, te hace suponer, y luego te da una vuelta de tuerca (como
hizo el propio Henry James con "Otra vuelta de tuerca") para que te
quedes boquiabierto, con los ojos como platos, o con una sonrisa
cómplica en la boca (este último fue mi caso)
* La verdad parece una crítica doble, por
un lado al funcionario que cobra y no hace nada, y por otro a "la
posesión de la verdad", a aquellos que dicen tener la Verdad, al
propio Dios.
* De noche todos los gatos es otro tipo
de historia, está protagonizada por un diputado latinoamericano -yo
diría que argentino-, y sólo su apellido, "Roba", ya indica que hay
crítica escondida en el relato o alusión directa al expolio de
ciertos países latinoamericanos hacia sus ciudadanos a través de
sus gobiernos. Aunque, a lo largo del cuento, no es esto lo que se
percibe. Digamos que Miguel Angel de Rus mete un guiño en un
cuento, y que ese guiño dice mucho.
* Robert Schuman siglos después es la
vida de un músico que necesita de un psicólogo para averiguar por
qué no puede tocar y, en cambio, cuando le surgen ideas es capaz de
escribirlas. Su mujer ya no depende de él, tiene su propio éxito y
termina teniendo su propia vida, por lo tanto Schuman se entiende
como un "incapaz". Por un lado podríamos entender que es una
crítica al "incapacitado", la "molestia" que supone a la familia
(por feo que se vea), pero por otro también parece una metáfora de
la página en blanco: el músico no consigue hacer música, pero sí
escribe. Además está esa parte final en la que "el loco", el que
necesita de un psicólogo o un psiquiatra, se percata de que quizás
los locos son los otros, algo que han pensado muchos gran cantidad
de veces cuando han dudado de su propia cordura.
* Pantallas es una crítica ferocísima al
cada vez más integrado mundo tecnológico -al más puro estilo Gran
Hermano con cámaras persiguiéndote por todas partes- y, por otro, a
las cadenas televisivas que, buscando subir el nivel de audiencia,
llega al límite con sus empleados.
* Los crímenes no son realidad es como
una segunda parte (o parte integral) de "Pantallas". Aquí
se centra su agresividad en las cadenas televisivas que buscan
subir el nivel de audiencia mediante noticias grotescas y
sangrientas, mientras que aprovecha la oportunidad de mencionar el
cuestionable código deontológico de los periodistas que meten los
micrófonos en las bocas más doloridas (a mí me ha recordado a
Nieves Herrero con el caso del triple crimen de las niñas de
Alcácer, aún sin resolver).
* De noche, una última vez, es una
resumida vida criminal, la de Ted Bundy. Miguel Angel de Rus le
llama Tim, pero a nadie se le escapa las similitudes, por no decir
las coincidencias absolutas de uno de los psicópatas más famosos de
Norteamérica. Le reconocí al instante. Rus juega a ponerse en
la mente del asesino en apenas unas páginas para "defenderse" de
sus crímenes atroces. Seguramente parte de lo que podría haber
pensado Bundy, aunque bien sabemos que la madre no tuvo culpa de
nada, por mucho que él quisiera echar la culpa a ella o la novia
que tuvo en la Universidad. A pesar de que éste trata de uno de mis
temas favoritos, no lo he visto tan conseguido como otros
anteriores, quizás porque no está fabulando del todo.
* El convite es, posiblemente, de los que
menos recuerdos tengo. He repasado el cuento, veo que de nuevo
utiliza la política, los señores de poder, su vulgaridad cuando van
de señores, el juego de los nombres… Lo que no es de dudar es que
en este cuento también existe una crítica jugosa, pero me ha pasado
más desapercibido.
* El Hellfire Club y otros descendientes
satánicos es una burla absoluta, ya no crítica, a
todos aquellos que se lo creen todo respecto al satanismo, por no
extenderme y hablar de brujas de televisión o periódicos. Creo que
no hay más que decir. Me ha gustado, es de los que acaban con la
burla en los últimos párrafos.
* Los últimos días, un café, un diario,
sombras, es un cuento basado en cualquiera de esos
tipos que roban a los ladrones, de los que roban a gran escala por
supuesto, de los que saben que se escondan donde se escondan, serán
encontrados. Me ha gustado la forma en que ha narrado el
tema.
* Resplandor en la noche es uno de los
que más me han gustado, y decir esto puede hacerme quedar fatal, no
porque sea peor relato sino por lo que cuenta. Para despejar dudas,
se habla sobre los gitanos (advierto desde ya que habla del típico
gitano tribal), esa raza que ha estado siempre en todas partes y
que jamás acepta las costumbres de los demás, que vive con las
suyas, con sus olores a no bañarse, sus gorduras y negruras, su
violencia si te metes en su terreno, sus leyes, su intolerancia… El
protagonista habla de ellos con otras personas, y cuando se percata
de que ni la policía quiere meterse con ellos, se da cuenta de que
hay que hacer algo al respecto para terminar con tanta molestia
(robos, gritos, ventas ilegales, drogas, etc…)
* Borrar las huellas me ha parecido un
relato excelente. Miguel Angel de Rus hace un careo entre un cura
de pueblo y un recién llegado, para más inri, ateo. En su
enfrentamiento pone en ridículo al cura con la sabiduría histórica
del ateo. Pero este relato esconde algo más, de nuevo la crítica a
los que manejan los hilos, y no hablo de la Iglesia
solamente…
El último es el mencionado "Donde no llegan los
sueños", un relato quizás excesivamente corto donde
podría haber explotado más la angustia del protagonista. De nuevo,
arremete contra el sistema, el borrego que sigue al pastor, el
hombre adaptado al mundo del control… el hombre que necesita
gritar, respirar, decir que está harto.
En general me han gustado más los relatos críticos más fabulados y
menos reales, aunque "Borrar las huellas" es fantástico.
Miguel Angel de
Rus juega con las fábulas y los crímenes, con las
ganas de matar y con la rabia del hombre de a pie.
Si tengo que decir algo en contra -al margen de todo lo mencionado,
que hay bueno y no tan bueno- diría que la edición debería haberse
cuidado o revisado un poquito más, puesto que he visto alguna que
otra falta ortográfica por ahí, y no es de recibo en un libro cuyas
fábulas pueden sorprender a más de uno. Y en todo caso el autor es
dueño de sus historias y no tengo por qué meterme ahí, pero leyendo
los relatos, a veces pensaba que no había acertado con el
título.
Mis favoritos, sin duda, son "La pantera en la
habitación", "Ferebee", "Dos ataúdes
sombríos", "El Hellfire Club y otros descendientes
satánicos" (éste por la burla), "Resplandor en la
noche" y "Borrar las huellas".
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Comentario de los lectores:
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