Doña Perfecta

Opinión:

Santi37

La segunda novela de don Benito el garbancero (no sé qué cabrón envidioso le bautizó así), y no será la última. Galdós se ha colocado entre mis escritores favoritos por su calidad narrativa, que te mete en la acción en la segunda página; el lenguaje claro y fluido, la personalidad de sus personajes (valga la redundancia) y la intemporalidad de sus tramas: aquí, la pugna entre tradición y progreso, la estrechez de miradas de las comunidades pequeñas, que no saben mirar más allá de sus narices, y el poder omnímodo de la Iglesia Católica en esos ámbitos rurales de la España interior.

Un tragedión de los que hacen época, con un personaje como Doña Perfecta, a la altura de las Malas más Malas de la historia, una mezcla de la Glenn Close de "Las Amistades Peligrosas" y "Atracción Fatal".

Una novela que debería ser mucho más leída, que me ha dejado asombrado por la modernidad de su temática, y una vez más, de lo que este país habría sido capaz sin el parón de cuarenta años que todos conocemos: una novela anticlerical y que propugna la razón por encima de todas las cosas, aunque la irracionalidad y el cerrilismo nacionalista muchas veces ganen la partida...

Se lee de un tirón, y deja hambre de más Galdós. El que haya estado entretenido con lecturillas intrascendentes toda mi juventud provoca que me lleve sorpresas como éstas, a estas alturas... un autor imprescindible, vaya que sí.

Gavroche 

Quien le puso el apodo de "garbancero" fue Valle-Inclán. Dado el fervor casi religioso que le profeso a Don Benito Pérez Galdós jamás leeré absolutamente nada de Ramoncito Valle Inclán.

Galdós fue el novelista más grande e importante de la literatura castellana del siglo XX.

Roman 

Galdós es extremadamente maniqueísta en esta primera etapa de su obra, con la contraposición entre progreso y tradición, el bueno y el malo. Además, repite innecesariamente escenas y diálogos. Creo que por ejemplo Dovstoiesvki en "los demonios" es mucho más profundo. A mí me encantó "Marianela".