divergencia a más infinito

Opinión:

Fernando Lafuente  es un autor que ya tiene en su haber un libro de relatos, La llama vital (2001) y otros dos libros de carácter educativo (2005 y 2008). Podría parecer que es poca actividad, pero nada más lejos de la realidad. Fernando tiene un programa de radio, Metalmania, en una emisora zaragozana y por su afición musical también escribe una columna en Literatura Prospectiva donde analiza canciones del mundo del heavy y su relación con el mundo de la literatura. Y también en esta página escribe microcuentos. Incluso El Camino de los Mitos y El Desván de las Palabras (2007, 2008 y 2010) han sido antologías que han contando con relatos suyos entre sus páginas. Era hora pues de que recogiese esa simiente, abonada con el paso de los años y la plantase en una antología propia. Y eso es Divergencia a más infinito.
 
13 relatos que el autor nos acerca para que podamos vislumbrar alguno de sus pensamientos, de cómo ve algunas cosas en nuestra sociedad, de qué manera somos según su visión. Algunos de ellos tienen algo de su vida, desde su trabajo como profesor de instituto, que se ve reflejado en lo que nos cuenta en Tinta rojo sangre, o una crítica al mundillo donde plasma una de sus aficiones, la de escribir, a través del relato Escritor de éxito e incluso su faceta de creador de juegos de rol, que podemos leer en Crónika. Si bien es cierto que echaba en falta algún relato que tocase el mundo de la música, Fernando me sacó de mi error, o más bien, medio error, no hay relatos que tengan ese tema, pero sí Autopista, es el título de una canción del grupo español Obús.
 
Relatos como Pieles rojas, que abre la antología, se apoyan en irnos desarrollando la historia y, aunque sí se puede ir descubriendo lo que esconde a través de la metáfora, llegar al flash final, la sorpresa que encierran las últimas frases. Otros contienen pastillas de crítica social, como podría ser el citado Autopista o juegos metaliterarios como Epílogo, en el que como homenaje a la dama de la novela negra, Agatha Christie, Fernando nos presenta a un detective que nos habla a través de su historia y de su próximo libro, y que intenta cambiar el curso de lo que su creador quiere hacer con él.
 
Lo cierto es que no siguen una línea coherente en cuanto a extensión, los hay de 20 páginas y hay uno de 3 párrafos, Ataque Alienígena, que es para mí uno de los más logrados y efectivos. No sin desmerecer a Escritor de éxito o El hombre del ascensor, con el que nos quiere demostrar que algunos de nuestros males nacen dentro de nosotros mismos. Y por supuesto, ciencia ficción, que en este caso es una nueva percepción de lo que son los viajes en el tiempo, con el relato titulado Salto en el tiempo.
 
La portada que nos trae la antología merece mención aparte y conjunta, porque tras leer los relatos veremos que contiene muchas claves de lo que son. Desde el hombre que necesita cuerda para moverse, con sus engranajes interiores a ese reloj que indica el paso del tiempo, el futuro y como he señalado, el viaje en el tiempo. Una portada sencilla pero que encierra mucho encanto y que invita a adentrarse en los relatos y saborearlos.
 
Porque si bien es cierto que son textos que se leen bien y rápido, son de esos relatos que se quedan enganchados en la cabeza y que dejan huella y sobre todo recuerdo, y eso es muy importante para un relato.

Fernando Martínez Gimeno