Dime quién soy

Opinión:

Dime quién soy arrancó críticas de lo más controvertidas cuando salió publicado; desde los más feroces ataques, a los más ardorosos aplausos. La verdad es que me picaba la curiosidad y más aún porque aunque a Julia Navarro se la critique por ser autora de best sellers, a mí, personalmente, La sangre de los inocentes, el único libro anterior a éste que nos ocupa que he leído, no me disgustó.
 
Tampoco me ha disgustado Dime quién soy, aunque debo decir que quien se decida a atacar esas más de 1000 páginas que la autora nos ofrece deberá tener en cuenta algunos detalles. En primer lugar, lo que menos me ha gustado de la novela es que la autora se justifica demasiadas veces para dar credibilidad a su historia. Por ejemplo, justifica el modus operandi de Guillermo que debe investigar la historia de su bisabuela en orden cronológico y sin saltarse ningún paso, de ahí su poca credibilidad. Como resulta también poco creíble esa colección de ancianos nonagenarios de memoria prodigiosa, que van desgranando sus recuerdos ante Guillermo.

En otro orden de cosas, que nadie espere encontrar una novela con un gran estilo literario, llena de giros, de palabras que valen su peso en oro.  Julia Navarro es escueta, literariamente hablando. Su estilo narrativo carece de demasiadas concesiones literarias. Podríamos decir que va al grano, y acumula hechos de una manera casi periodística (ella es periodista), y ágil, aunque en una novela tan larga, a veces, nos encallamos en algún fragmento.

He leído críticas que denuncian la falta de rigor histórico de Dime quién soy, y en eso sí que servidora no va a opinar puesto que aunque la historia me interesa, y mucho, no soy una experta. Lo dejamos, pues, para quienes dominen el tema.
 
¿Qué hay, pues, en la novela de Julia Navarro, que nos lleve a leer la historia de Amelia Garayoa, sin rechistar y a pesar de todo lo que llevamos dicho, nos complazca? Muy fácil. Amelia Garayoa. Para mí, el de Amelia es un buen personaje. Un personaje con luces y sombras. Una persona. Con una vida de novela, pero ¿cuántas veces hemos dicho aquello de que la realidad supera la ficción? Lo bueno del personaje es que evoluciona, sufre, carga con sus errores a la espalda y, aunque hay muchos lectores que opinan lo contrario, emociona. Eso sí, se come al resto de personajes que son, sólo, sus comparsas.

Y junto a Amelia, un personaje trágico, de novela, encontramos en la narración ese trágico devenir de acontecimientos del siglo XX, desde la Guerra Civil española, a la Segunda Guerra Mundial y a la Guerra Fría. Todo lo vive Amelia y, lo que es más, con todo se compromete moralmente, defendiendo hasta el final sus convicciones políticas. Su ética. Hasta llegar a un final previsible, pero bien resuelto a pesar de todo.
 
No sé si esta humilde reseña habrá aclarado las dudas de quienes no saben si atreverse con Dime quién soy. Yo, la verdad, puedo decir que defectos tiene. Pero he disfrutado. 
 
Núria Pradas Andreu