Diario íntimo. Cartas y pensamientos (1878-1881)
Título: Diario íntimo. Cartas y pensamientos (1878-1881)
Título Original: (Journal Intime [1878-1881], 1925)
Autor: Pierre Loti
Editorial:
Wunderkammer
Copyright:
© Wunderkammer, 2017
© Vicente Díez de Tejada, 1926
© Vicente Clavel (del prólogo), 1927
Traducción: Vicente Díez de TejadaIlustraciones: B/N
Edición: 1ª Edición: Enero 2017
ISBN: 9788494587931
Tapa: Blanda
Etiquetas: África barcos romance diario epistolar cartas Francia islam libro de viajes literatura francesa relaciones sociales viajes París Estambul marineros obras póstumas sobre escritores Oceanía decimonónica mediterráneo Daudet
Nº de páginas: 192
Argumento:
Pierre Loti, seudónimo de Julien Viaud, fue un auténtico best-seller en la Francia (y Europa) de finales del siglo XIX. Fue un auténtico aventurero romántico, un alma libre que tuvo mil oficios, pero cuya principal ocupación fue la de ser marino y el mayor interés el de viajar por todo el mundo. Fruto de esos viajes, de esas experiencias que sonaban a lejanas y exóticas en una Europa que se estaba volcando a la colonización del resto del globo, convirtieron a Pierre Loti en un verdadero fenómeno literario y social.
"Cartas y pensamientos" que se publicaron póstumos y recogen parte de esa bonita semblanza y pasión de Loti. Sus amores, sus anhelos y deseos de viaje, su relación con su madre y resto de familiares, pero también un descrédito profundo hacia el mundo literario y los cafés parisinos encontraremos en esas maravillosas páginas.
Opinión:
Pierre Loti vivió como como siempre deseó. Todavía siendo un adolescente se embarcó como marino en un barco para conocer mundo. Viajó por África, Oceanía, América y Asia, pero también recorrió el Mediterráneo, y todas sus costas y puertos.
Fruto de esos viajes empezó a escribir novelas exóticas con personajes envueltos en sórdidas historias de amor y pasión. La descripción de los lugares y el romanticismo "colonial" que podemos encontrar en algunas de sus obras más aclamadas, como "Aziyadé" o "El casamiento de Loti", a las que el propio autor se refiere a menudo en sus cartas, son buenos ejemplos. Estas, como tantos otros libros, fueron editados, vendidos, leídos y traducidos en toda Europa. Su éxito fue tal que otros autores (lamentablemente hoy día desconocidos) que gozaron de un prestigio similar al de Jules Verne, Victor Hugo, Émile Zola o Gustave Flaubert, como Alphonse Daudet, admiraron y se cartearon con Pierre Loti.
El libro que tenemos en mano fue publicado por el hijo de Loti, Samuel, en 1925, tras su muerte. Se trata de una recopilación de cartas y pasajes recogidos de su diario personal que va del año 1878 a 1881. Desde luego, da la impresión de que el hijo de Loti seleccionó aquellas cartas que le parecieron más interesantes, así como los pasajes de su diario, creando una especie de narración lógica que mostrase el pensamiento e ideas de su padre. No estamos, por tanto, ante un desnudo integral de un autor, sino de una selección literaria cuasi artificial. Esto viene a explicar el maravilloso tono que tiene todo el libro, creando una especie de entusiasmo por parte del lector ante los hechos que Loti nos va narrando. Con una prosa que en ningún momento llegaría a llamar sublime, Loti consigue con la reunión de un epistolario y de su diario algo que muchos autores desearían: no dejar de aburrir nunca al lector. Todo lo que Loti nos cuenta suena a auténtico, a verdadero, a espiritual.
Sería difícil establecer una tipología sobre los temas tratados en cada una de las páginas del libro, pero sobresale un anhelo constante del mar, de la libertad, reflejado en su pasión por todo lo que tenga que ver con Oriente Medio. Desde Túnez, Siria, Egipto, Damasco, hasta llegar a su ciudad preliecta por encima de cualquier otra: Bizancio, como la menciona en sus cartas, no Constantinopla, o la moderna Estambul. Fruto de esa pasión acabó por convertirse al islam. En cada puerto tuvo una amante, se carteó con señoras de la alta burguesía y aristocracia francesa, pero no fueron más que juegos tontos que de los que se olvidaba al poco tiempo.
En varias ocasiones regresa a Francia y reconoce que lo único que lo devuelve a su hogar es su anciana madre y sus tías. Memorable son los pasajes en los que Loti lleva a París a su madre para que conozca la ciudad con la que siempre soñó. Aquí se puede observar cómo Loti cumple con un deber para con su madre, pero su espíritu clama la libertad que solo el océano puede darle.
Su amistad con un amigo de la infancia, Plumkett, o el carteamiento que mantiene con Daudet, nos señala el verdadero peso que tuvo Loti en la sociedad de su tiempo.
Este libro consigue entretener y entusiasmar por partes iguales al lector, dejando en cada uno de nosotros un amargo regusto a envidia por querer ser igual de auténticos de lo que llegó a ser Pierre Loti.
Cabría mencionar que se publicaron al menos otro tomo más con más cartas y pensamientos de Loti. Sería muy interesante que se continuaran para poder saber más sobre su vida y obra.
Antonio Sanz Egea
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Comentario de los lectores:
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