Diario de una volátil

Opinión:

Selin

"Diario de una volátil es pura ilustración en todo su contenido, acompañada del texto imprescindible para complementar la imagen cuando es necesario. No busquéis un índice, ¿para qué si solo hay tres partes más o menos diferenciadas? Tampoco números de página; no, yo no me he parado a contarlas, la cifra que aparece en la ficha la he obtenido del dossier de prensa. 

Serán "sus cosas", vale, pero también son las nuestras, ya sea que las vivamos nosotros personalmente o la persona que está a nuestro lado; o sea, que en este caso igualmente las vamos a vivir, que eso es algo que también nos muestran las imágenes en muchas ocasiones.

Por otra parte, es posible que al reparar en la edad de la protagonista haya quien piense que esas situaciones no le serán propias. No opino así. Tal como las he visto, me ha parecido que son experiencias comunes, sin que apenas importe el rango de edad en el que estemos.

En esas ilustraciones encontraremos un amplio abanico de emociones. Unas positivas, otras negativas. Tal cual como es la vida, de la que sus páginas son un fiel reflejo, pasado por un filtro de humor y cariño.

Ahora bien, hay algo que tengo que reprocharle a Agustina Guerrero. Pues sí. Y muy seriamente, por cierto. "Diario de una volátil" se me ha hecho corto, me ha sabido a poco. ¡Quiero más!

En "Diario de una volátil" tendremos una mirada fresca a la vida cotidiana. A veces nos dejará pensativos, otras se dibujará una sonrisa y algunas habrá que saldrá una incontenible carcajada, de manera que, según donde estemos, por un momento también nosotros estaremos viviendo nuestra propia historia volátil. 

Selin

Anika Lillo

En tono de parodia "Diario de una volátil" hace que haya momentos en los que te rías en voz alta. No sé los hombres, pero como mujer que sabe reírse de sí misma, me he visto en algunas imágenes de Agustina Guerrero y me he reído conmigo misma. De hecho le agradezco ese tono de humor paródico que le pone a su personaje porque me hace sentirme a gusto conmigo misma, con mis defectos y mis virtudes, con mis fantasías y mis excentricidades. Es obvio que todas las mujeres no se sentirán identificadas, alguna perfecta habrá por ahí, ni tampoco yo misma coincido en todo lo que hace el personaje de Agustina (yo no hablo por móvil desde el wáter, jajajaa, qué bestia) pero lo cierto es que me he visto reflejada, aunque sea a modo de parodia, en algunas de las cosas que hace. Me he identificado tanto que me río de mí misma, y desde luego recomiendo a las chicas de todas las edades que disfruten de este volumen. Es más, en algunas cosas en las que yo personalmente no me veía, sí veía a otras mujeres que conocía. Así de imperfectas y magníficas somos las mujeres.

Y ellos también se reirán, y lo harán porque reconocerán posiblemente a alguna mujer que conozcan (también con la susodicha parodia, o sea que las lleva al límite) y sabrán disfrutar de las tontadas de la chica, de sus cambios de humor, de su mirada perdida, de sus frustraciones, sueños o defectos, tan bien ilustrados por esta artista argentina.

En la pasada feria del libro de Valencia, nada más verlo en una caseta, me puse a recomendarlo como si fuera la vendedora. Y es que vale la pena, de verdad. ¡Viva el humor! ¡Vivan las mujeres imperfectas!

Anika Lillo