Desde la sombra

Opinión:

Un relato obsesivo con el que Millás vuelve a recrear esos extraños personajes a los que nos tiene habituados. En esta ocasión de la mano de Damián Lobo, un inadaptado de la sociedad que malvive en un cuchitril y que tras haber perdido su trabajo se ensimisma en sus propios pensamientos (que pasan por tener entrevistas de alto record de audiencias con periodistas que él mismo ha ido alimentando a lo largo de su vida) lo que le lleva a cometer un robo (sin aparente importancia en principio, como todas las historias de Millás) que hace que se tenga que esconder en un mueble que posteriormente es trasladado hacia un destino inespecífico.

Nos va narrando, en primera persona, tal y como si fuéramos nosotros espectadores mismos del reality, que Damián está montando en su cabeza el día a día de cuanto acontece en la nueva vida que empieza a habitar, y en la que podemos comprobar las miserias del ser humano llevándonos hasta el punto de plantearnos en más de una ocasión si realmente Damián es presa de sus propios demonios, o realmente es consciente de todo lo que está viviendo.

Con una sencilla narrativa va desengranando uno a uno todos los personajes que van pasando por el dormitorio donde ha ido a parar este desdichado, hasta el punto que nos hace cómplice de aquello cuanto acontece al personaje principal. 

A veces odioso, a veces tierno, a veces hilarante, Millás nos mantiene en ascuas hasta el desenlace final de la historia donde te deja con un sabor como de inapetencia.

Tratado el tema en tres partes claramente diferenciadas, no le importa a Millás truncar el ansia de saber más acerca del final de alguno de los personajes que nos ha ido presentando a lo largo de la narración... ¿qué ha sido del padre y la hermana de Damián Lobo?

Resuelve rápido el entramado que ha estado tejiendo magistralmente durante todo el relato y da un giro inequívoco a la historia dejándote con la pregunta de ¿Ya está? ¿Así va a terminar todo?

En definitiva, Millás en su esencia.

Ross Goose