del sentimiento trágico de la vida
Título: del sentimiento trágico de la vida
Título Original: (del sentimiento trágico de la vida en los hombres y los pueblos, 1913)
Autor: Miguel de Unamuno
Editorial:
Austral
Copyright: Introducción de Pedro Cerezo Galán, catedrático de Filosofía de la Universidad de Granada
© Herederos de Miguel de Unamuno, 1913
© Espasa Libros
ISBN: 9788467037227
Etiquetas:
autores
ensayo
escritores
españoles
hispanos
literatura española
literatura hispana
religión
Argumento:
Miguel de Unamuno
reflexiona hondamente en este ensayo sobre la condición del hombre a principios del siglo XX, analizando la trayectoria cultural, filosófica y religiosa que lo ha llevado, a través de los siglos, hasta ese momento histórico. Con gran profundidad, Unamuno recoge y rebate, en su caso, algunas de las corrientes de pensamiento que se han ido sucediendo a lo largo de la historia de la humanidad, desde el clasicismo griego hasta las más modernas teorías del siglo XX.
Opinión:
Abordar la lectura de “Del sentimiento trágico de la vida” no es fácil. No lo es por la profundidad de las reflexiones que plantea Unamuno ni lo es por la cantidad de referencias de todo tipo (filosóficas, religiosas, literarias…) que el que fuera rector de la Universidad de Salamanca recoge y comenta. Sí lo es, en cambio, por el lenguaje que utiliza: Unamuno se dirige al lector de tú a tú, le increpa, le invita a imaginar determinadas situaciones, le reta a reflexionar junto a él, le invita a seguir el camino de pensamiento que él va recorriendo. Y lo hace de un modo llano, sencillo, con apelaciones directas, algún chascarrillo y con un lenguaje coloquial que, sin embargo, se vuelve técnico y especializado cuando desgrana algunas de las corrientes de pensamiento más importantes de la historia de la humanidad.
Unamuno parte de la base de concebir el hombre como ser individual (no como el ser objetivo o generalizado de las explicaciones teóricas, sino como el ser humano concreto e individual, con sus sentimientos y sus preocupaciones) para abordar cuestiones relacionadas con la filosofía o la religión, dos de las grandes preocupaciones del escritor.
Concede importancia al sentimiento frente a la razón y reflexiona sobre la eterna lucha que uno y otra mantiene en cada hombre. Una lucha angustiosa y trágica pero vital. Fe, vida y razón se necesitan mutuamente, explica el filósofo, para su propia subsistencia; concibe el sentimiento y la razón como dos enemigos en constante disputa, pero que no existirían si alguno se llegase a retirar de la batalla.
A la vista está, pues que, en este ensayo, Unamuno defiende al valor del sentimiento, muchas olvidado por las corrientes filosóficas, científicas, literarias o religiosas, que conceden mayor importancia a la razón. Su apuesta por el sentimiento es una apuesta, en el fondo, por la lucha de la que hablábamos antes, por la duda, la incertidumbre, características fundamentales de la vida de cada ser humano.
Pero, para Unamuno, la duda, la incertidumbre, adquieren un matiz positivo. De la enfermedad nace el progreso, dice el filósofo; la vida es tragedia y la tragedia, vida.
“Del sentimiento trágico de la vida” es, en realidad, un gran compendio de buena parte del pensamiento occidental. Desde la ciencia, a la psicología, pasando por la filosofía, el arte o la religión tienen cabida en sus páginas. Unamuno realiza una excelente labor de síntesis que le permite viajar a través del tiempo, recogiendo algunas de los principales hitos de la cultura occidental. Gran parte de la dificultad que presenta la obra es precisamente ésta: la mera referencia, el esbozo en el mejor de los casos, de un sinfín de teorías y corrientes, que el lector no siempre conocerá tan a fondo como Unamuno. Junto a ellas, citas en latín, en griego, en italiano, en inglés… Y es que Unamuno acude a las fuentes originales para extraer de ellas las ideas y pensamientos que necesita para explicar sus propias teorías, ya sea por semejanza o continuidad como por oposición.
La personalidad del pensador se filtra, pues, en cada página. Avanzando en ellas descubrimos no sólo lo que nos quiere contar, sus reflexiones sobre la vida, la fe, la humanidad, la razón o la propia historia. A medida que vamos recorriendo su obra podemos descubrir sus lecturas favoritas, los autores que le han influido, su concepción de la religión, sus vivencias históricas, la profundidad de su pensamiento, su preocupación por el hombre.
Para Unamuno, la cuestión que más desasosiego causa al ser humano es la de la inmortalidad. Una inmortalidad entendida en un sentido doble: por un lado, como pervivencia del alma, como inquietud, si no religiosa, si al menos espiritual; y, por otro, como reconocimiento de la vida del hombre y sus éxitos, como fama y recuerdo de sus pensamientos y logros más allá de su propia muerte. Y a ella dedica gran parte de los análisis y reflexiones del ensayo.
“Del sentimiento trágico de la vida” está considerada como una de las mejores y más completas obras de Unamuno, algo que queda claro a la vista del extensísimo recorrido histórico por la ciencia, el pensamiento o el Cristianismo que realiza en sus páginas. Una obra excepcional.
Lidia Casado
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