Del corsé al tanga

Opinión:

La forma de vestirnos ha evolucionado a lo largo de la Historia en función de la época, los gustos o las necesidades. Laura Manzanera recorre en este ensayo los últimos cien años de la Historia de España a través del prisma de la moda.
 
El trabajo está dividido en doce capítulos, cada uno de ellos dedicado a una década distinta, y se inicia con la primera del siglo XX, cuando las mujeres vivían prisioneras de sus corsés, una prenda incómoda y malsana que es el símbolo de toda una época.
 
La autora destaca la idea de que, por aquel entonces, la moda se circunscribía a las clases privilegiadas, pues las menos favorecidas poco o nada tenían que decir sobre el tema, en caso de que llegara a interesarles. Esas clases pudientes fueron las que dictaron la evolución en el vestido, basándose especialmente en las influencias que provenían de París, donde Coco Chanel jugó un importante papel a lo largo de varias décadas.
 
El tema resulta de lo más curioso y estimulante, y buena prueba de ello son algunas anécdotas que Laura Manzanera expone en su trabajo, realmente llamativas. Un par de ejemplos: durante la Primera Guerra Mundial, el gobierno de Estados Unidos solicitó a las mujeres norteamericanas que entregaran sus corsés, para poder aprovechar las varillas de metal en la confección de naves de guerra. Se recogió la escalofriante cifra de 28.000 toneladas, lo que ilustra muy bien esa pequeña prisión en la que vivían los cuerpos femeninos por aquel entonces. Otra anécdota curiosa, esta vez durante la Segunda Guerra Mundial y los años posteriores, fue la escasez de medias. Algunas mujeres idearon una curiosa forma de salir del paso: pintarse las piernas, incluyendo la famosa raya que se llevaba en la parte trasera, todo un logro. La necesidad agudiza el ingenio, dice el refrán, y no hay duda de que ambos ejemplos son una buena muestra de ello.
 
Por este libro desfilan nombres conocidos, como El Corte Inglés, Balenciaga, Paco Rabanne o Chanel, pero también otros menos sonados que aportaron su granito de arena a la moda a lo largo de los años. El recorrido resulta increíblemente ameno gracias a la prosa asequible y directa de Laura Manzanera, y al interés que suscitan sus vastos conocimientos sobre la materia.
 
Aunque bien es cierto que no le habrían ido mal unas cuantas fotografías que ilustraran sus palabras, el resultado no puede ser mejor. Absolutamente recomendable. 
  
Pilar Alonso Márquez