Cuentos ejemplares

Opinión:

Las nociones de bondad y maldad o moralidad e inmoralidad son esencia de la producción de Sophia de Mello Breyner Andresen, conocida internacionalmente sobre todo por su poesía, que en nuestro país le valió el premo Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2003. Fue la primera mujer en ganar el máximo galardón de las letras lusas, alzándose con el Prémio Camões en 1999.

La edición de "Cuentos ejemplares" que presenta Encuentro es la primera oportunidad de disfrutar en castellano de estos relatos ejemplarizantes, escritos con la intención de seguir la máxima enunciada por Miguel de Cervantes para sus "Novelas ejemplares": que los lectores, aparte de entretenimiento, encuentren algún provecho de ellos.

Están construidos sobre arquetipos puros, creando personajes que son trasunto fiel de nociones como la maldad, la bondad, la avaricia, el vicio…. Se leen como alegorías contemporáneas, y muestran bien lo mejor y peor del ser humano. Es bien sabido que Sophia de Mello Breyner Andresen (fallecida en 2004) mantuvo una conciencia social permanente que hundía sus raíces en el cristianismo que profesaba. Esos principios religiosos también son palpables en los relatos, impregnados de un carácter didáctico que les dota de profundidad e interés universal.

Todos los relatos incluidos en el volumen son llamativos de una manera u otra, pues se nota la escritura de alguien con oficio y solidez. Por quedarnos con alguno, subrayaremos el primero, "La cena del obispo", quizá en el que mejor se trabajan esos rasgos ejemplarizantes a los que aludimos a partir de una historia de ricos y pobres, de caridad y avaricia, y exploración de los caminos irregulares que comunican los distintos estratos sociales. También puede destacarse en el conjunto el enigmático "El viaje",  que narra el encuentro con una naturaleza misteriosa de una pareja en busca de respuestas a la existencia.

La edición se encuentra enriquecida por un prólogo a cargo de María Tecla Portela, traductora del volumen, en el que destaca la invitación a la reflexión de cada relato, concebidos como artefactos para animar el pensamiento, así como la técnica literaria de la autora, que esculpe a partir de contrastes y claroscuros. Acaba de embellecer el volumen las ilustraciones de Juan Jiménez, bonitas y significativas.

Rafael Ruiz Pleguezuelos