Cuentos completos. Edición de Juan Antonio Molina Foix

Opinión:

Soy un enamorado de la literatura clásica, y en ella, el nombre de Robert Louis Stevenson brilla con luz propia. Recuerdo que siendo adolescente me dio por leer "La isla del tesoro" e inevitablemente caí en sus garras. Es por eso que no quería dejar pasar la oportunidad de leer sus cuentos completos en esta reedición que la editorial Valdemar ha hecho.

Como bien dice Molina Foix en la nota preliminar, la edición es la más completa que existe en castellano. Tanto es así que incluyen incluso material inédito, como el relato "Cuando el diablo se restablece" (un relato con el que estoy muy de acuerdo en su significado: la gente no cambia) o algunos poco conocidos como "El sótano de la peste" (tan corto como impactante), "La hechicera" o "La mujer errante". También incluyen su relato largo o novela corta más conocida junto a "La isla del tesoro", "El doctor Jeckyll & Mr Hyde". Una de esas historias de terror que ha trascendido géneros y lenguajes, con varias adaptaciones cinematográficas.

La antología nos muestra el abanico de temáticas que era capaz de tocar el considerado mejor narrador de cuentos de la historia, lo mismo te encandila con una historia de amor, que te acongoja con la descripción de los crímenes más atroces. Recuerdo estar en la cama, de noche, leyendo el cuento "Hospedaje para una noche" y pese a estar bien arropado con el nórdico, sentir frío ante la descripción tan detallada que hizo Stevenson de la nevada que se produjo en París a finales de 1456. Y es que esa era una de las grandes virtudes de Stevenson como narrador, que sabía envolver al lector como nadie en sus descripciones, que sabía crear ambientes, atmósferas opresivas o creíbles. Eso y que en sus cuentos no sobra ni una sola palabra, todas tienen que estar ahí. Este escritor era un cirujano de la palabra, ni más ni menos.

Si quizá algo le achaco, desde la admiración más profunda, es que me parece que en sus cuentos (y no en sus novelas), no hay muchos de sus personajes que perduren para siempre en la memoria. Algunos me han resultado un tanto fríos, y puede que esto se deba a que Stevenson no era muy dado a meternos dentro de ellos, sino que todo se basa en sus actos. Ojo, que así es como debería ser, pero echo en falta conocer mejor por dentro a los personajes.

En definitiva, este es un libro que debe estar en la biblioteca de cualquier buen aficionado a la literatura. Con una edición tan bien cuidada como las que nos tiene acostumbrados la editorial Valdemar.

Juande Garduño Cuenca