Cuentos completos

Opinión:

Esta recopilación de relatos, muy extensa en el tiempo, es bastante heterogénea. No solo porque los escritos se emplazan en distintas épocas y situaciones, mostrando en algunos casos una crítica social asociada al momento, sino porque a pesar del transfondo oscuro, propio de un autor muy ligado a la literatura negra, aparecen tipos variopintos de personas y comportamientos, también de entornos sociales.

Vemos sicarios, vagabundos, asesinos, prostitutas, atracadores, yonquis..., y también asistimos a escenas de corrupción policial, actuaciones delictivas y mafiosas, violencia de género y detalles escabrosos.

En líneas generales, todos los relatos están marcados por la parte oscura de los seres humanos; pero tampoco faltan algunos que, pese a ello, se sustentan en sentimientos como el amor. Junto a escenas trágicas, violentas e incluso morbosas, aparecen también detalles tiernos.

Muchos protagonistas son "invisibles", invisibles en el sentido de sujetos desgraciados y excluidos de la sociedad, que en determinados casos actúan como criminales y en otros son las víctimas; en ambas circunstancias, fruto del entorno, la ignorancia, la maldad o de sí mismas.

La mayoría de los cuentos son bastante cortos, no más de tres/cuatro páginas. Los recogidos en el capítulo "Malos tiempos", sin embargo, rompen esa norma y son, en mi opinión, los más interesantes. Están basados algunos de ellos en casos reales, como la matanza de Puerto Hurraco, reconstruida con bastante detalle, o el espantoso crimen cometido en la persona de una niña de Almansa cuando se le quiso practicar un exorcismo, con la connivencia de su propia madre que no dudó en que se la vaciara por dentro (intestinos, ovarios, estómago...).

Todos los relatos atrapan desde las primeras líneas, poseen una trama atractiva y se leen con facilidad. También están muy cuidados los entornos y el vocabulario cuadra con cada situación o protagonista; el lenguaje es coloquial unas veces, muy cercano a personajes poco cultivados en otras y más refinado si se presta, pero siempre asequible.

Algunos escritos nos sorprenden por su final, en otros esa conclusión parece inacabada, dejando a la imaginación del lector redondear la trama. Si habláramos de Pintura, podríamos decir que hay relatos que podrían compararse a bocetos, que son pinceladas de las que fácilmente se podría escribir una obra mayor.

Casi ochocientas páginas dan para muchos cuentos, y como los aquí reunidos son muy variados, estoy segura de que la obra interesará a un buen número de lectores. Los que son cortos tienen la ventaja de que se pueden leer con mucha rapidez y permiten compartir esa lectura con otras, intercalando algunas sin perder el hilo. Los escritos más largos son, como decía, muy interesantes en su conjunto. Esta es una obra ideal para leer pausadamente, sin el ansia de llegar al final porque existen infinitos finales. Leer estos cuentos al lado del fuego o bajo una sombrilla, comentándolos quizá con amigos, es una buena forma de degustarlos.

Estoy segura de que esta recopilación no defraudará a los amantes del género negro y gustará también a un buen número de lectores.

Pilar López Bernués