Cubridle el rostro. Adam Dalgliesh 1

Opinión:

"Cubridle el rostro" es la primera investigación protagonizada por Adam Dalgliesh, en la que conocemos al clásico inspector y comenzamos a hondar en su vida y en algo de su pasado.

Al principio la historia puede parecer un poco lenta, sobre todo para aquellos que están acostumbrados a libros de acción trepidante y de intriga inquietante desde la primera página. Sin embargo, lo que la autora pretende, al estilo de las clásicas novelas de Agatha Christie, es mostrar el ambiente que rodea a la familia Maxie y las relaciones entre los miembros de su entorno; así el lector puede ir haciendo suposiciones sobre quién puede ser el asesino y los motivos que tendría para ello, así como sobre quién podrá ser el asesinado.

Habrá para todos los gustos ya que son demasiados los enredos familiares y las rencillas escondidas, pues la gente en Martingale vive bastante de las apariencias.

Al mismo tiempo, el lector estará expectante en espera del momento en que suceda el crimen que da pie a la novela. Crimen que acaecerá bien avanzada la historia, cuando el lector esté tan metido en ella y la lista de sospechosos sea lo suficientemente amplia como para desquiciarse.

Con los datos conocidos por lector, la llegada de Dalgliesh supondrá una bocanada de aire fresco para poder investigar junto a él e ir descartando posibilidades; ya que la autora nos obligará a participar en la investigación al hacernos asistir a los interrogatorios, percibir las actitudes de los personajes, pero sin poder asomarnos a la mente del investigador.

No es una historia con mucha acción pero sí está rodeada de misterio y de suficiente intriga como para enganchar al lector amante de las novelas de misterio clásicas, sin detalles macabros ni escenas estresantes.

Lo que más puede llamar la atención al lector de hoy en día (la novela es de 1962) es la concepción de que las mujeres carecían de cierta inteligencia, en algún momento se llega a decir que no saben llevar las cuentas, y la percepción de que los criados eran personas insulsas sin vida propia y carentes de inquietudes. Dudo que la escritora tuviera esta opinión, pero sí que retrata el modo de pensar de la época, una época no tan lejana.

La lectura se hace entretenida gracias a la sencillez de la narración, a la intensa participación del lector en la novela y a la fluidez de la historia, que a pesar de los detalles y descripciones  existentes mantiene un ritmo adecuado, para nada pausado.

Estamos ante una novela que nos hará recordar a Agatha Christie, sobre todo en el final cuando reúne a todos los sospechosos para decir quién es el culpable.

Una novela para disfrutar del misterio y de la investigación, que nos hará elucubrar y sacar nuestras propias conclusiones, escrito al estilo clásico de las novelas de intriga.

Mila L. Castelo