Covadonga. La batalla que nunca fue

Opinión:

Damos inicio a este repaso histórico en el que se intenta demostrar, y creo que José Luis Corral lo consigue, que aquella batalla tan sonada de Covadonga no tuvo lugar. Para ello, qué mejor que ponernos al día recordando el paso de los visigodos por la península ibérica con unos episodios dedicados a Rodrigo, Egilona y Pelayo, a cómo iba cambiando el mapa con la llegada de la conquista de los musulmanes, el concepto de Hispania o el nacimiento de al-Ándalus.

Desde entonces, ha habido diferentes intereses, sobre todo de los que toman partido porque nada cambie y que la Historia, aunque falseada, sea como siempre nos la han contado, no como sucedió; en mi caso, conservo el libro de mis primeros años de escuela donde entre otras cosas dice: "Don Pelayo, que ganó la batalla de Covadonga y fue el primer rey de Asturias", y claro, que se puede esperar de un libro que abre con el escudo del águila y termina con el himno de Pemán, sería anecdótico si no fuese porque los libros de texto del siglo XXI continúan narrando la Reconquista de la misma manera.

En estas páginas el lector puede contrastar datos y llevarlos sobre el terreno, separar los argumentos que de alguna manera le chirríen e ir despejando el mapa de todo lo que considere que no le cuadra; como las cifras exageradas de combatientes en uno y otro ejército, dependiendo del autor de cada crónica, suficientes para no creerse nada de lo que nos han venido contando y buscar entre líneas un argumento que le convenza.

El bueno de Pelayo no tuvo la culpa de que le metieran en este lío y le hiciesen protagonista de textos que tienen mucho de literatura y fantasía, basados en otros relatos e incluso reproduciendo textos bíblicos con el único fin de convertir en leyenda lo que en realidad ha sido fruto del oportunismo interesado y propagandístico de diversos sectores a lo largo de los siglos, empezando por Alfonso III en el siglo X.

Los que me vais conociendo habréis notado que me ha convencido lo expuesto por José Luis Corral, y es que los datos abren el debate, consiguen que el lector también tome partido y desee, como es mi caso, continuar aprendiendo de la Historia; y si además es de forma amena, bien expuesta e interesante, me queda tarea por delante.

Porlomenix