cortázar y los libros
Título: cortázar y los libros
Título Original: (cortázar y los libros, 2011)
Autor: Jesús Marchamalo
Editorial:
Fórcola
Copyright: © Jesús Marchamalo, 2011
© Prólogo de Javier Gomá, 2011
© Viñeta de portadilla, Damián Flores Llanos, 2011
© Fórcola Ediciones, 2011
ISBN: 9788415174127
Etiquetas:
autores
ensayo
escritores
españoles
hispanos
literatura
literatura española
literatura hispana
Argumento:
“Un paseo por la biblioteca del autor de Rayuela”, dice su subtítulo, y así es: mediante una observación apasionada del periodista Jesús Marchamalo a la biblioteca del autor argentino, descubrimos una parte muy interesante del Cortázar que ha pasado a la historia en el mundo de la literatura como uno de los grandes.
Opinión:
La portada (y contraportada) es una fotografía parcial de un estante que sostiene parte de la biblioteca personal del propio Cortázar, y es que desde la primera hasta la última página, a pesar de que aparecen los nombres de muchísimos autores que de una forma y otra estuvieron relacionados con Cortázar, el protagonista es él. Pero estar relacionado con él significa “posibilidad de aparecer”. Así, un montón de nombres famosos desfilan por este libro de una forma etérea pero contundente ¿Cómo no va a serlo si el propio Cortázar tomaba notas cuando leía los libros y a veces dejaba apuntes punzantes, correcciones o llamadas de atención? Os confieso que esto resulta apasionante. Uno tiene la impresión de estar mirando a un Cortázar sentado, con las piernas cruzadas, libro en mano y lápiz cercano.
Algunos autores pasan con más peso en “Cortázar y los libros”, entre ellos Alejandra Pizarnik, cuya historia y relación de amistad me ha resultado la más potente, quizás porque culmina con el abandono a la locura de la poetisa. Y del mismo modo en que aparece ella, aparece el resto: a través de las notas, a través de los autógrafos, a través de las anécdotas rescatadas de la memoria o estudio de Jesús Marchamalo, relacionando libros leídos o nuevos, libros subrayados o intactos, con los autores cuyos libros reposaban en su biblioteca.
Son muchas las curiosidades que vuelven a hacer de este trabajo de Marchamalo otra joyita (como ya lo fue “Tocar los libros”, publicado también por Fórcola, la editorial cuyos detalles en estas pequeñas ediciones han contribuido con su cariño a que ambos libros estén siempre cerca de mí). Desde autógrafos extensos a ausencia de los mismos, pasando por autógrafos falsos, otros con dibujo, los que van dirigidos a él y dependiendo de la mujer con la que está a una u otra, o el último y más caótico de Pizarnik, pasando por sus relaciones con autores cuyos libros leyó o cuyos libros tuvo pero jamás se molestó en leer, toda la biblioteca es observada por los ojos de uno de sus lectores, el propio Marchamalo. Y como dice Javier Gomá en el prólogo, lo suyo es metalibros. Esto me ha encantado.
El libro está ilustrado con fotografías en blanco y negro de la biblioteca de Cortázar, se lee en un suspiro pero se queda uno con la sensación de haber degustado un Chardonnay.
Lo recomiendo tan efusivamente como en su momento recomendé “Tocar los libros”.
Anika Lillo
Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com