Corre, rocker: Crónica personal de los ochenta

Opinión:

A Sabino Méndez  han sido muchos lo que le han considerado uno de los mejores compositores del pop y rock nacional junto a Antonio Vega y Santiago Auserón. Para quienes no lo sepáis, él es el autor de uno de los himnos generacionales por excelencia, "Cadillac Solitario", pero la música no es su única ocupación. Sabino Méndez también es escritor. El año pasado publicó en Anagrama su novela "Literatura universal" y este 2018 reedita su primer libro, todo un alegato a los 80: "Corre, rocker: Crónica personal de los ochenta". Hay que decir que no es un libro nuevo, él ya lo publicó en el año 2000 en la editorial Espasa pero, ahora, ha vuelto a reeditarlo respetando íntegramente el original. Tan sólo se ha añadido un prólogo escrito por Carlos Zanón y otro por el propio Sabino Méndez donde explica el por qué de esta nueva reedición.

Yo leí "Corre, rocker: Crónica peronal de los ochenta" hace unos años. Ahora he vuelto a leerlo y he de decir que, esta segunda lectura, me ha permitido descubrir matices que se me habían escapado antes. Para mí, es un libro muy bueno que admite varias lecturas. No es un simple libro de memorias o autobiográfico, también es una crónica social de la España de los años 80 así como de la Historia de la Música Rock española. Es una buena forma para adentrarse en la Barcelona de principios de los 80 con todos los cambios que se estaban produciendo.

Lo que más destaca de este libro es, sin duda alguna, la sinceridad con la que habla Sabino Méndez. No oculta ni maquilla nada. Los 80 tuvieron momentos muy buenos pero, también, malos. Sabino Méndez nos muestra el lado interno de los 80, lo que no veía el público. Tras el éxito había muchas veces dolor y sacrificios. Es imposible leer "Corre, rocker: Crónica personal de los ochenta"sin que te de una punzada el corazón o se te abran mil y un recuerdos. Es volver a ese momento, como si cogieses una máquina del tiempo (un Delorean) y regresases. Sabino no se olvida de nadie. Tiene palabras muy bellas y sentidas para mitos como Eduardo Benavente, Ulises Montero o Poch. También las tiene para Loquillo.

Cuando el libro se publicó por primera vez fueron muchos los que echaron en cara a Sabino la forma en la que trata a Loquillo. Es muy curioso que, la mayor parte de las veces, cuando se refiere a él dice siempre "nuestro cantante" con un cierto retintín. No duda en dejar claro que Loquillo se había vuelto bastante especial, un poco egocéntrico. Cuando Sabino publicó "Corre, rocker: Crónica personal de los ochenta" hacía tiempo que había abandonado a Los trogloditas y la relación con Loquillo no era la mejor. En esta nueva edición, en el prólogo que firma el propio Sabino, habla de esto y de cómo ha retomado el contacto con Loquillo. Hoy vuelven a tratarse y han tocado alguna vez juntos. Hace unos meses, Loquillo, publicó su libro así que habrá qué ver qué es lo que él cuenta de esta etapa y de su relación con Sabino.

Es ésta, la parte donde habla de su separación de Los Trogloditas, una de las más emotivas del libro. Se nota que, en cierta forma, le dolió.

La verdad es que el libro nos permite descubrir muchas facetas de Sabino Méndez. Una de las que más me ha llamado la atención es que reconozca que él no era un forofo de la música, quien lo era, era su hermana. A Sabino lo que realmente le gustaban eran los libros, escribir y leer. Es un gran lector. Tras dejar la banda se puso a estudiar Filología y, originariamente, este libro fue un trabajo de clase.

A mí me gusta mucho el Sabino escritor. Es una persona que sabe muy bien cómo comunicarse con el lector. Se aprecia muchísimo que ha puesto todos sus sentimientos en este libro. Cada palabra, cada frase, le ha salido de muy adentro lo que trae consigo que aún empatices más con él. Eso es lo que me ha ocurrido. He empatizado más con esta nueva relectura que con la primera. "Corre, rocker: Crónica personal de los ochenta" es un libro que siempre me ha marcado, no puedo evitar emocionarme cada vez que lo leo porque te abre muchas ventanas y recuerdos. Atención también al prólogo a la nueva edición que hace Carlos Zanón, es todo un homenaje a Sabino y a todos esa gente que de alguna forma u otra marcaron a toda una generación. Es uno de los mejores prólogos que he leído.

No es sólo un libro para rockers o para quienes vivimos toda esta explosión en los 80. Es un libro para todos aquellos que les emocione una buena lectura. Hay mucho lirismo en las palabras de Sabino Méndez. Un libro que, cómo no, exige que se lea con su banda sonora: todo el rock and roll de Loquillo y Trogloditas y del resto de las bandas de los 80.

Ysabel M.