Coronado

Opinión:

Francisco Vázquez de Coronado partió de Nueva Galicia al mando de una gran expedición para encontrar la mítica Cíbola. Una ciudad legendaria que atesoraba grandes cantidades de oro, plata y turquesas, según afirmaba Fray Marcos de Niza, que decía haberla avistado en una expedición anterior.

A los hombres y mujeres que componían aquella caravana sin parangón los movían la riqueza y la gloria más que el espíritu evangelizador. Los soldados buscaban conseguir un título nobiliario y los campesinos, tierras en las que cultivar y mantener su ganado, con la ayuda de los esclavos capturados.

Es otro fraile, fray Tomás de Urquiza, quien nos narra la epopeya de Coronado veinte años después de haber recorrido junto a él aquellas tierras ignotas. Buceando entre sus recuerdos nos describe todo lo que encontraron a su paso por las tierras que hoy conocemos como el suroeste de los Estados Unidos: indios que luchaban a muerte por defender su territorio, peligros incesantes en forma de cocodrilos o temblores de tierra, terribles epidemias y maravillas desconocidas para los europeos como las manadas de bisontes o el cañón del Colorado.

"Coronado", de Ignacio del Valle, es una obra densa y compleja que requiere una lectura pausada para asimilar la ingente cantidad de información que el autor ha contenido en las quinientas páginas que componen esta crónica de Indias narrada en un estilo contemporáneo. No solo nos habla de los continuos conflictos entre los distintos conquistadores, sino que también realiza vívidas descripciones de las tierras que recorren en busca del nuevo El Dorado.

El autor muestra sin tapujos la crueldad de invasores e invadidos en una lucha sin cuartel en la que prevalecía la ley del más fuerte. También que el mayor número de muertos no lo causó el acero de las espadas, sino las enfermedades que los conquistadores llevaron al Nuevo Mundo.

Un libro que muestra una parte importante de la historia de España de la que no debemos avergonzarnos. En palabras del autor en una entrevista concedida al diario 20 Minutos: "Ya Gibbon decía que los imperios se crean con la espada, pero no se mantienen con la espada."

Ana G. Aranda