Conquistadores secundarios

Opinión:

Javier Traité es un historiador que se ha "especializado" en escribir libros en los que se compagina el rigor histórico con los toques de humor algo que, en realidad, no es malo sino todo lo contrario. "Conquistadores secundarios" es su último libro y ha sido publicado por la editorial Principal.

Es imposible que su lectura aburra ya que no puedes parar de reír. Cada capítulo acerca al lector a uno de los conquistadores y exploradores que, por diversas causas, han tenido un papel secundario en comparación con el de Cristóbal Colón o Hernán Cortés. Nombres como los de Núñez, Cabeza de Vaca, Pánfilo de Narváez o Inés Suárez toman su protagonismo. Cada capítulo está dedicado a uno de ellos, sin abandonar ese toque de humor (y en más de una ocasión bastante irónico también). Javier Traité destaca cuáles fueron las hazañas más importantes de cada uno de ellos. En todo momento hay un perfecto equilibrio entre el rigor histórico y el sentido del humor algo que no me parece negativo sino todo lo contrario ya que hace que la lectura sea mucho más amena. Además, el rigor histórico se nota, se aprecia que ha habido una labor de investigación previa.

En muchos de los capítulos Javier Traité incluye diálogos ficticios protagonizados por el conquistador de turno y los jefes nativos u otros miembros de la expedición. Estos diálogos no tienen desperdicio y en ellos podemos apreciar el ingenio que tiene este autor. También recomiendo que no dejéis de leer las anotaciones que hace en cada uno de los mapas que hay a lo largo del libro, unas anotaciones que chocan y hacen estallar más de una carcajada.

El fin de "Conquistadores secundarios" (que en la cubierta se completa con el subtítulo: Una historia torcida de la conquista de América) es divulgar la historia. A cuantos más lectores llegue tanto mejor. Es un libro que podemos leer como tal, como un libro humorístico, pero también como una obra de referencia de la Historia de España en América. Javier Traité tiene un estilo narrativo muy ágil, trata de tú a tú al lector. Esta familiaridad es clave.

Como historiadora me ha encantado. No sólo me ha permitido descubrir más cosas, detalles sobre estos conquistadores un tanto eclipsados sino que, además, me lo he pasado muy bien leyéndola. No veo una locura tenerla en cuenta como lectura en una clase de Historia Moderna. Un libro muy necesario, la verdad. Aunque pudiese darse esa impresión, en ningún momento ha pretendido ridiculizar a estos exploradores, todo lo contrario: les da su papel e importancia algo que merecen.

Ysabel M.