Anika entre libros

Cómo tener tiempo para todo

Ficha realizada por: Belén Flores
Cómo tener tiempo para todo

Título: Cómo tener tiempo para todo
Título Original: (Cómo tener tiempo para todo, 2024)
Autor: Patricia Ramírez
Editorial: Grijalbo
Colección: Psicología


Copyright:

© 2024, Patricia Ramírez Loeffler

© 2024, Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U.

Ilustraciones: Color
Edición: 1ª Edición: Septiembre 2024
ISBN: 9788425366727
Tapa: Blanda
Etiquetas: autoayuda conducta guía salud psicología libros ilustrados libros prácticos literatura española estrés hábitos conejos planificación - organización no ficción cambio
Nº de páginas: 204

Argumento:

Si deseas tener tiempo, necesitas hacer cambios profundos en tu vida. Seguir viviendo a este ritmo, tan contraproducente para tu salud mental, no es sostenible.

Patri Psicóloga facilita en este libro herramientas para llegar a todo. Y la primera es: empieza por llegar a menos. En estas páginas aprenderás cómo convertir tu menos en tu todo.

En este libro no encontrarás consejos para ser más rápido, para hacer más cosas ni para que organices tu agenda como el Tetris. Todo lo contrario. Las palabras "rápido", "deprisa" y "ya" las carga el diablo.

Con "Cómo tener tiempo para todo" aprenderás a honrar tu tiempo, a disfrutarlo y aprovecharlo en beneficio de tu salud física y mental. En él encontrarás herramientas que te ayudarán a apartarte de esa prisa que se ha convertido en cotidiana y que tanto daño te hace. Y es que tener tiempo para todo pasa por cambiar de estilo de vida.

 

Opinión:

 

Patricia Ramírez es psicóloga, escritora, divulgadora en medios de comunicación, autora de varios libros, hace giras de teatro acercando la psicología al público, es conferenciante, imparte talleres semanalmente entre otras cosas, además de tener una familia de la cual ocuparse. Probablemente hayas tenido que coger aire al terminar de leer este párrafo entero, y lo primero que puede venirse a la mente es, ¿de dónde saca el tiempo para hacer todo eso?  Yo paso 7-8 horas en la oficina, cuido y me cuidan, preparo cenas, leo, veo un poco la tele y poco más. El fin de semana hago alguna otra cosa, pero nada para echar cohetes. Quizá me esté organizando mal y de ahí mi interés en este título.

Puede que lo más simple sea dejar de hacer cosas, pero, a veces, el dejar de hacer no implica que desaparezca la tarea, sino que la posponemos; y, a no ser que lo haga otra persona, en algún momento nos aparecerá en formato de remordimiento de conciencia por no haberlo hecho a tiempo. Esto tampoco es solución. 

Manos a la obra: cogí una libreta y mientras leía esta "guía", fui reflexionando al mismo tiempo e iba ido escribiendo parrafadas de lo que me iba sugiriendo, tipo escritura terapéutica. Había cosas que no me decían nada, o bien no iban conmigo, y otras la desarrollaba en la forma que yo las veo. Una forma de reflexionar como cualquier otra, pero a través de la cual se saca mucha más utilidad a la lectura. Este es un resumen de lo que he ido anotando que me iba sugiriendo según leía. Seguramente, cualquier otra persona destacaría otros aspectos. Yo concretamente lo he enfocado en el día a día y fuera del ámbito laboral, que es quizá donde tengo más capacidad de modificar las cosas. Tras la lectura, estos son mis 10 destacados: 

1. Qué útil es hacer listas: He leído en varios sitios que una estrategia de ahorro es anotar durante una semana cualquier gasto que realicemos, y después de ese tiempo nos daríamos cuenta de la cantidad de gastos superfluos que tenemos y podemos evitar. Pues este sería el primer ejercicio que deberíamos hacer si queremos sacar algo en claro: anotar todas las actividades que hacemos diariamente, y veremos la cantidad de ellas que, o bien no nos aportan nada, o podemos evitar, o hacer con menos frecuencia, o delegar, porque "NO TODO ES IMPORTANTE".

2. Llevar una agenda y que sea visible para apuntar fechas principalmente, tareas para hacer un día determinado (LO HAGO ����). La mente agradece no tener que estar acordándose de todo.

3. Hay que hacer todos los días algo que nos haga ilusión. Si tenemos el tiempo, perfecto, y si no, quitémonos de hacer algo para hacer eso que nos daría algo de vidilla.

4. Hay que relativizar… no pasa nada porque se barra la casa solo un día a la semana. O simplifiquemos las tareas tediosas lo más posible si no podemos evitar tener que hacerlas.

5. Quitarnos los prejuicios esos que tenemos en la cabeza de que, si no haces esto o lo otro eres mala madre, mala hija, o está la casa llena de polvo; pues que lo esté…

6. No hay por qué aceptar todos los planes que nos proponen. Reconozco que he dicho que no a una quedada con una amiga para el próximo sábado. Y, ¿por qué? Para quedarme en casa tranquilamente (lo siento ☹).

7. Convertir la organización en un hábito; no acumular cosas sin hacer porque de lo contrario se convierte en bola. El hábito ayuda a agilizar las cosas y, en consecuencia, tener más tiempo; y da orden; y tener orden da serenidad. (Es curioso que todos nos vamos de vacaciones con ganas, pero pasado cierto tiempo queremos volver a la rutina, al orden. Ahí lo tenemos).

8. En esto no existe la perfección tampoco. Seamos beligerantes si no tenemos la casa barrida o fregamos los platos de la cena al día siguiente.

9. La importancia de la atención: es curioso, pero no es posible que nos cunda el día con la dispersión mental que solemos tener. Mientras hacemos una cosa, pensamos en otra, y el no estar concentrados a veces nos lleva a tardar más en terminar las cosas.

10. Ir a la velocidad que necesito en cada momento. Hay momentos en los que el cuerpo me pide hacer las cosas rápido, que parece que estoy espídica; pero otras veces estoy realmente perezosa. Lo mejor es dejar pasar ese momento adaptándome a ese estado.

Insisto, esto es lo que me ha llamado más la atención a mí, pero se abordan multitud de temas o "vicios" como son, el trastorno que hace ser impuntuales; el saber delegar que no es otra cosa que confiar que otra persona lo va a hacer igual de bien que tú; pedir ayuda si es necesario; los ladrones de tiempo que sí parece que los tenemos identificados en el ámbito laboral, pero fuera de él no tanto; también aporta herramientas que pueden ayudar. Es un manual fácil de leer y ameno. Está estructurado en 12 capítulos y estos a su vez en epígrafes que, con leer el título de los mismos, ya puede darte una idea de lo que se va a desarrollar y de si te interesa continuar leyendo. Además, ya vienen frases y párrafos subrayados, en este caso, con las ideas más reseñables para la autora; y al final de cada uno de los capítulos hay un resumen en formato de bullet points por si no tenéis tiempo de leer el libro al completo.

La verdad es que no se necesitan grandes cambios; los más pequeños dan un gran resultado. Si tenemos todas las horas del día ocupadas y queremos hacer algo distinto, debemos dejar de hacer algo. No queda otra. Dejaríamos de hacer determinadas cosas para hacer otras, pero lo importante es que las sustituyamos por cosas que nos aporten. Dejemos de juzgarnos por querer tener tiempo y calidad de vida, y ayudémonos nosotros mismos a facilitarnos la vida. La propia autora ya lo decía en un libro anterior, "Vivir con serenidad": "relativicemos, prioricemos, bajemos el ritmo interno. Sepamos lo que es importante de verdad".

Y hagámoslo antes de que sea demasiado tarde porque: cuando sintamos que se nos termina la vida, es cuando sentiremos haber perdido el tiempo en actividades/tareas que a la larga no nos han merecido la pena.

 

Belén Flores

 

 

 

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

¿Te ha gustado? Compártelo:

Comentario de los lectores:

Publicidad
Anika entre libros
Actividad subvencionada por el Ministerio de Cultura
Ministerio de cultura

Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Más información X Cerrar