Cita con la muerte

Opinión:

Vuelvo con Hércules Poirot.

En ésta ocasión, igual que en "Asesinato en el Orient Express" (que por cierto, tiene bastantes alusiones dentro de la novela) nos encontramos ante un crimen que a priori parece fácil de resolver, pero que como en todas las anteriores novelas, da un tremendo giro magistral y resulta que ni los buenos son tan buenos ni los sospechosos son tan sospechosos como nos creemos.

Igual leer dos o tres novelas de Agatha Christie seguidas te agudiza la mente y te hace percibir ciertos giros en el argumento que hace que no se disfrute la lectura tal y como debería estar establecida, puesto que a mitad de la narración (en este caso, y tras haber leído "Cinco Cerditos" apenas un día antes) no he sentido tanto interés en saber quién podía estar detrás de toda la trama montada.

No aparece Poirot en este caso hasta la segunda parte del libro (aproximadamente a la mitad de la narración) dejándonos en esta ocasión, con parte de los personajes principales de la trama para que seamos nosotros, los lectores quienes analicemos y consideremos su perfil psicológico de posibles asesinos. Puesto que, obviamente, se vislumbra que un crimen, en cualquier momento está al caer, y que cualquiera de los personajes que se nos está describiendo puede ser el asesino, por lo que (en mi caso) intentas adelantarte al móvil que puede tener y a las posibles deducciones que el detective vaya a dar al finalizar la novela.

No deja de ser interesante la forma que tenía de tratar los misterios la "Dama del Crimen" dejando al lector siempre en manos de las conclusiones finales.

Otra novela más, para el gran detective belga, que, sin estar presente en los hechos en esta ocasión, resuelve magistralmente, después de haber entrevistado a todos los sospechosos.

Tiene un aire nostálgico a "Asesinato en el Orient Express" de alguna manera hecho a propósito (en mi forma de ver cómo se desarrolla), o quizá como he dicho anteriormente tengo sobredosis de A. Christie y Poirot y veo paralelismos por todos los lados.

De todas formas, como he dicho en otras ocasiones, siempre se disfrutan estas lecturas de una manera distinta, pues, aun sabiendo el desenlace final, la tensión con la que dota el argumento y los personajes hacen que su lectura sea deleite para la mente y nunca defraudan.

Me quedo con dos de las frases: la primera como maestría de la escritura de misterio "... es el más sospechoso, y el más sospechoso es siempre inocente" y la segunda como declaración de intenciones: "Un ser humano que ejerce el derecho a la justicia personal y arrebata la vida de otro ser humano no debe vivir en sociedad"

Ross Goose