Chong Chong Zul

Opinión:

Pinin Carpi iniciaba su andadura literaria con esta novela infantil, que vio la luz a finales de la década de los sesenta del siglo pasado. Escritor nacido en Milan en 1920 y fallecido hace más de una década (2014), se ha erigido como uno de los mejores autores europeos de libros infantiles en la época actual. Este libro, traído por la editorial Bambú, constituye ya un clásico en la literatura italiana, empleándose como lectora obligatoria en escuelas de Primaria. 

La novela contiene ese aroma de cuento clásico que reúne aventura, fantasía, humor y moraleja. Tanto el lector infantil como el adulto se reencontrarán con esos cuentos ampliados de Charles Perrault o Hans Christian Andersen, con la presencia de bandoleros torpes y malvados, de hadas buenas y malas, de bosques y montañas repletos de fantasmas e historia. Mantiene también un estilo tradicional de narración, en donde el narrador es un ojo que ve y que narra y que le habla al lector directamente, sin saberlo todo. El vocabulario utilizado es muy apropiado para el público infantil, sin un exceso en ornamentaciones ni aparatos. 

Entretiene, y mucho. A pesar de la larga extensión de la historia, está fragmentado por capítulos un tanto breves, que evitarán el fatigoso cansancio del lector y le permitirán ejecutar esas pausas, aunque probablemente no querrá parar ya que gana en tensión y en diversión a medida que avanza el libro. Se trata de una historia lineal con no muchos personajes, pero todos ellos icónicos, que harán al niño o niña ensoñar. Ensoñar con encarnar uno de ellos e internarse en la narración. 

Además, es muy aleccionador. Con su lectura, el niño o niña aprenderá conceptos como la solidaridad, la valentía, la amistad, la bondad, la persistencia o el compartir. Muchos de esos valores, desgraciadamente, se están perdiendo, y este libro brinda una gran oportunidad para recuperarlos e instaurarlos en el colectivo infantil. 

El libro viene acompañado de excelentes imágenes e ilustraciones llevadas a cabo por Iris de Paoli, ilustradora italiana del siglo pasado que se hizo famosa precisamente por poner dibujo y color a este clásico infantil. 

Un libro imperdible.

Cristià Serrano