Causas naturales
Título: Causas naturales
Título Original: (Natural Causes, 2012)
Autor: James Oswald
Editorial:
Planeta
Colección: Planeta Internacional
Copyright:
© James Oswald, 2012
© por la traducción, Montse Triviño, 2014
© Editorial Planeta, S.A., 2014
Traducción: Montse TriviñoEdición: 1ª Edición: Septiembre 2014
ISBN: 9788408131663
Tapa: Blanda
Etiquetas: asesinatos detectives género negro investigación forenses literatura escocesa novela autopsias Edimburgo
Nº de páginas: 460
Argumento:
Durante unas obras en una antigua casa de Edimburgo se encuentra el cadáver de una chica joven, asesinada en lo que parece un extraño ritual hace ya sesenta años. El inspector McLean comienza a investigar el caso.
Pero a la vez, comienzan a aparecer en la ciudad los cadáveres brutalmente asesinados de varios ancianos con dinero e influencias. McLean debe averiguar si estos casos están relacionados, y a qué se deben tan sádicos crímenes.
Opinión:
Si atendemos a lo que nos dicen en la contraportada de "Causas naturales", y a que, por lo visto, ha sido un gran fenómeno editorial, podemos esperar un libro con una historia que nos atrapará sin remisión, con unos giros argumentales propios de este tipo de novela que, personalmente, me encantan, y unos personajes para recordar. La pena es que yo no he encontrado nada de esto.
"Causas naturales" podría haber sido una gran historia. La premisa de la que parte es muy llamativa y prometedora. El asesinato de una joven hace sesenta años parece haber tenido lugar durante un ritual que el detective McLean decide investigar, para averiguar si el asesino aún sigue vivo. Con este punto de partida parece que el libro nos va a enganchar, pero ya desde sus primeras páginas notaba que la lectura se me hacía un poco lenta.
Pronto comienzan a suceder el resto de asesinatos, esta vez en la actualidad, y entonces la investigación de McLean se convierte en una serie de idas y venidas a la sala de autopsias, repitiéndose tanto que ya me daba la impresión de estar viendo una y otra vez, en bucle, todos los capítulos de la serie "El cuerpo del delito". Y es que con cada nuevo asesinato, en vez de atraparme más, James Oswald conseguía que mi tedio aumentase, porque en ningún momento lo que sucedía me estaba interesando de verdad.
Lo que esperaba es que, una vez leída la parte inicial, la historia mejoraría, pero ya en su mitad el ritmo seguía siendo inexistente, e incluso el final, que yo creía que iba a ser al menos sorprendente, me dejó fría como un témpano.
El personaje del inspector McLean es el único que tiene un poco de peso en la historia y no está del todo mal construido, pero el resto de personajes están muy estereotipados: el policía joven y eficiente, el que es un poco vago pero siempre está ahí para ayudar, el superenemigo que sólo quiere fastidiar… Son los típicos personajes que parecen sacados de una serie de policías, pero sin un mínimo de profundidad que nos haga fijarnos un poco más en ellos.
Es una lástima que una novela que prometía tanto entretenimiento me haya dado tan poco. Mi sorpresa es que James Oswald, el granjero autor de la obra, ya ha publicado tres libros más de la misma serie. No sé, tal vez yo esté equivocada, pero con uno ya he tenido bastante.
Zulima Camblor
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