Catástrofes, antología Z

Opinión:

Todos conocemos la tragedia del Titanic, el gran incendio que asoló la ciudad de Chicago o la catástrofe ocurrida en Chernóbil, pero… ¿si te dijera que existe una versión alternativa con zombis de por medio? Pues este libro ha reunido a diez autores de terror contando esta versión terrorífica con unos poquitos zombis para animar estas noches frías.

El primer relato que nos encontramos es "Los insumergibles" y con él nos trasladamos al Titanic. Su autor, Alfonso Zamora nos cuenta su versión del hundimiento del barco, un relato verdaderamente claustrofóbico que personalmente me ha gustado mucho.

Carlos J. Lluch nos traslada a 2001 en el World Trade Center con "El bueno de Phil", una historia sobrenatural cargada de tensión.

Daniel Espinosa nos lleva a mayo de 1937 con "Hidenburg Mon Amour" y viajamos en el dirigible alemán de la clase zeppelin, el cual se incendió mientras aterrizaba en Nueva Jersey. El autor nos cuenta su propia versión introduciendo un factor paranormal.

En "Elemento C.H" viajamos con su autor Esteban Dilo hasta Chernóbil, quien nos cuenta cómo cree él que ocurrió el desastre nuclear, como es lógico, introduciendo zombis de por medio.

Irene Comendador nos lleva hasta 1971, donde un incendio arrasó gran parte de la ciudad de Chicago, las causas, Irene nos las cuenta de una forma aterradora en "Diorama".

Otra gran tragedia, la del pueblo de Bhopal, donde un tanque lleno de químicos de la empresa Unión Carbide rodó por el suelo y murieron muchos de sus habitantes por la exposición mortal del gas. Esto nos lo cuenta Juan Ángel Laguna Edroso en "Era medianoche", un relato con un final muy sorprendente.

Juan Antonio Román en su relato "Última voluntad de un suicida" nos lleva al USS Indianápolis en plena Segunda Guerra Mundial donde se hundió en el mar tras ser atacado por un submarino japonés. Esta es la versión oficial, la historia que Juan Antonio Román nos cuenta es mucho más aterradora.

"20:20" es la historia que nos propone Karol Scandiu. Nos lleva a Piper Alpha, una plataforma petrolífera que en 1988 en una serie de explosiones fue totalmente destruida y cientos de hombres muertos. Lo que nos cuenta Karol Scandiu es una versión alternativa donde hay muertos vivientes, vísceras y mucha tensión.

Con Miguel Aguerralde nos trasladamos al siglo XIV y vemos cómo la Peste Negra acaba con millones de personas, pero lo que en "La Plaga" nos cuenta Aguerralde es aterrador, una versión distinta de la que ya de por sí fue un episodio histórico devastador con el hombre, esta versión incluye a un alquimista que juega a ser Dios.

Y el último relato está escrito por Tony Jiménez. Nos lleva a "El pueblo silencioso", concretamente a Centralia, un pueblo de Estados Unidos en el que los creadores de Silent Hill se han inspirado. Tony Jiménez nos cuenta una historia que no te dejará indiferente.

Diez relatos que como veis, todos están basados en una catástrofe real, el elemento zombi está muy bien introducido en cada uno de ellos.

Suele ocurrir con las antologías que con cada relato, el lector se queda con ganas de más, con la miel en los labios. A mi particularmente no me ha pasado. Son historias muy condensadas, sin extenderse demasiado, cada autor ha contado su historia de forma que el lector disfrute de cada relato sin que tenga la sensación de que le falten cosas a la historia.

Personalmente es una antología de la que he disfrutado mucho, pero al ser relatos, algunos los he disfrutado más que otros y me gustaría destacar "Diorama" de Irene Comendador y "El pueblo silencioso" de Tony Jiménez. Con "Diorama", Irene Comendador me ha trasladado directamente a un episodio de Creepshow de los años ochenta, lo he disfrutado mucho, mientras lo iba leyendo me lo imaginaba claramente en mi cabeza como uno de los episodios de la serie que más me gustaba en aquella época ochentera, y su final casi me hace aplaudir, literalmente. "El pueblo silencioso" de Tony Jiménez me ha gustado especialmente por crear tan bien ese ambiente lúgubre y de pesadilla. La introducción del elemento zombi en este relato, aunque muy bien traída, no es lo que más me ha impactado, lo que realmente me ha gustado ha sido la sensación de claustrofobia que he sentido leyéndola.

En definitiva, "Catástrofes, Antología Z" es un libro de relatos de terror con el que el lector va a disfrutar mucho pasando miedo. Con cada relato cambia el escenario, pero en todos encontraremos zombis dispuestos a hacernos pasar un buen (o mal) rato.

María Criado.