Cartas olvidadas de Jane Eyre y Anna Karenina

Opinión:

Las autoras Eugenia Tusquets y Marga Iriarte ofrecen el resultado de un proyecto a cuatro manos con el que se animan a crear un curioso cruce epistolar entre Jane Eyre y Anna Karenina, creaciones de ficción de Charlotte Brontë y León Tolstói, respectivamente. Una empresa bien osada en la que podemos conocer a ambas fuera de sus novelas, mostrando su dolor ante la otra, buscando el amor y desmenuzando las claves de la vida en el enriquecimiento mutuo. Con ellas además conocemos mejor la Europa del siglo XIX, una época nada amable para mujeres especiales como ellas dos. También mantiene dos estructuras sociales de fondo bien distintas: la inglesa y la rusa. Aprovecharán para preguntar por el origen de la injusticia y la desigualdad, el dominio de la sociedad por los hombres. Jane será menos rebelde que su compañera de cartas, que escapará de la novela para mostrarse como adúltera, una mujer que busca sin descanso el amor ideal y que no piensa detenerse ante nada.

La idea de crear una correspondencia ficticia está bien sostenida, y supone una curiosidad amable para los admiradores de tan célebres novelas. Aunque está nítidamente contenida en ese siglo XIX de referencia, resulta obvio que los cruces epistolares que conforman el volumen buscan sobre todo dar pie al lector moderno a una reflexión sobre cuáles de esas lacras sociales decimonónicas aún perviven en nuestro tiempo.

En alguna entrevista, las autoras han confesado que precisamente han elegido personajes literarios y no escritoras para su empresa porque querían tener una libertad total para introducir en las cartas aquello que creían pertinente o interesante. No solamente las novelas madre de estas protagonistas están presentes: "Cartas olvidadas de Jane Eyre y Anna Karenina" está llena de referencias literarias. Para que no falte de nada, las autoras han introducido además una trama criminal en el cruce de cartas.

Aunque el diseño no sea mi campo, me van a permitir una sugerencia: yo le habría dado otra vuelta a la portada, que no parece anunciar de la manera adecuada o más sugerente lo que encontramos en la obra.

Rafael Ruiz Pleguezuelos