Cartas eróticas

Opinión:

Una bella edición de tapa dura con joyas epistolares de grandes figuras de la historia, sobre sus más íntimos deseos y pasiones, y todas ellas con un destinatario real de carne y hueso. Se trata de un compendio de extractos de cartas, todas ellas con un breve comentario introductorio para ponernos en situación y clasificadas en lo que podemos llamar los tres estadios del amor: el preludio, el fragor, y tras el fulgor del "cometa erótico". 

Entre los personajes que las escriben y destinan nos encontramos desde escritores, artistas, pintores, etc., y hasta presidentes del gobierno: Virginia Woolf, Federico García Lorca a Salvador Dalí; Emilio Prados, poeta malagueño a Federico García Lorca; Oscar Wilde quién terminó en la cárcel tras la denuncia por sodomía por el padre de su amante; Benjamin Franklin, uno de los padres de la Constitución de EEUU, dando consejos a un joven sobre buscarse como amante a una mujer madura en vez de una joven para que luego no le exija en matrimonio y no tener peligro de embarazos no deseados; también las hay en forma de propuestas/invitaciones o insinuaciones "poco decentes" como la de Fernando VII a Maria Cristina de Borbón, allá en 1829, sin haberla visto jamás; o Napoleón Bonaparte a su amante Josefine de Beauharnais. Así hasta casi 200 extractos de cartas de diversos temas y diversos personajes. 

Entre su temática nos las encontramos desde cuando el amor se va despertando a otras reivindicando la homosexualidad tan oculta en esos tiempos, el autoerotismo, relaciones extra matrimoniales, incluso algunas de ellas entre los miembros de una misma familia incluido el incesto; relaciones sobre sumisión, fetichismos, ninfomanía, pedofilia o violaciones que hasta hoy en día suponen un escándalo. 

Son cartas donde sus protagonistas muestran cómo viven el amor, algunos sin tabúes y se observa claramente porque es un lenguaje explícito y en todas sus variedades, y otros en cambio sí, y se envuelven en el lenguaje retórico y poético de la época, poco explícito, de leer entre líneas y lleno de insinuaciones alegóricas. Es una lectura "bella" que nos transporta a aquellos tiempos donde parece que todo era más sutil, más elegante, aunque el amor, el erotismo y el sexo ha existido desde el comienzo de los tiempos, y así se desprende claramente de algunas de ellas. 

Es una oportunidad de conocer en la faceta más sensual a personajes que han pasado a la historia por ser músicos, escritores, pintores, políticos, reyes, etc., porque, al fin y al cabo, el amor es un sentimiento universal que no entiende de clases sociales ni profesiones.

Belén Flores